El PSOE baraja la posibilidad de pactar con Bildu

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
24/06/2019 - 11:31
grupo socialista navarra

Lectura fácil

El discurso de la dirección socialista ha dado un cambio radical, pues de decir que no se va a pactar con Bildu, se han tomado al pie de la letra la coletilla que repite la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, de que todos los votos son legítimos y legales.

El PSOE de Pedro Sánchez, que cuenta con una mayoría insuficiente en el Congreso, seguramente habrá llevado al grupo socialista a pensar que debería llegar a un entendimiento con aquellos a los que rechazaba hace una semana.

Darse la mano con Bildu: una posibilidad que permanecía totalmente desechada

Esto supone "romper el cordón sanitario" que el grupo socialista tenía hasta la fecha en torno a la formación abertzale. Este veto se mantuvo con el gobierno de José Luis Rodriguez Zapatero durante el año 2007, y con Alfredo Pérez Rubalcaba en el 2014.

En las ocasiones nombradas, el PSN tuvo la oportunidad de arrebatarle el poder a Unión del Pueblo Navarra, pero Ferraz se impuso y rechazó la idea de realizar cualquier tipo de pacto con el independentismo y los herederos de ETA.

La negativa del entonces líder socialista, Zapatero dejó un resultado que fue traumático, que dejó "muy heridos" a los del PSN. Pero por aquel entonces ETA seguía "vivo".

Y es que mientas que Nafarroa Bai y PSN negociaban la posibilidad de formar una mayoría alternativa a UPN, la banda terrorista anunció la ruptura del cese de su conflicto armado.

Fue entonces cuando Ferraz, con José Blanco al frente de la secretaría de Organización, desautorizó a la Ejecutiva navarra y la forzó a abstenerse permitiendo así que UPN gobernara de nuevo con Miguel Sanz como presidente.

La ocasión se presentó de nuevo en 2014 cuando el PSN, liderado entonces por Roberto Jiménez, tuvo la oportunidad de presentar una moción de censura contra la presidenta Yolanda Barcina (UPN). Rubalcaba la rompió porque la operación requería del apoyo de Bildu.

Momento de pactos y cambios de ideologías...

Desde el grupo socialista navarro dicen que ha llegado el momento de acabar con la polarización, ya que se encuentran ante una sociedad que ha vivido mucho tiempo dividida.

Un ex alto cargo del PSN afirma que hay que dejar de vivir de las rentas de ETA, y se muestra firme a la hora de rechazar el veto que se tiene con Bildu, pues según él, se frenarían las posibilidades de que las derechas formen grupos.

Llevar lo vasco con naturalidad

Estas declaraciones por parte del grupo socialista navarro son conflictivas con respecto a la disposición transitoria cuarta de la Constitución, que establece un procedimiento para la incorporación de Navarra al País Vasco, el anhelo del soberanismo vasco y la principal preocupación del centroderecha navarro y español.

Aunque desde el PSN insisten en que ellos son la garantía de que se mantendrá el estatus de Navarra y de que no negociarán con Bildu, (aun cuando necesiten de su abstención para la investidura de Chivite, supuestamente).

Y se protegen tras Geroa Bai, la fuerza nacionalista navarra liderada por el PNV, que hace de correa de transmisión con la formación abertzale que lidera Arnaldo Otegi, antiguo miembro de la banda terrorista ETA.

Desde el grupo socialista de Navarra, se van a enganchar a cualquier oportunidad con tal de mantener la esperanza de gobernar. Esperan conseguir el apoyo, en cuestiones clave, de la propia Navarra Suma. Pues siguen empeñados en ser la única fuerza que puede realizar una unión entre las dos identidades de Navarra.

No todos los del grupo socialista general, miran con buenos ojos los cambios de ideología

La duda que corroe en una parte del PSOE, es que la gobernabilidad en Navarra estará continuamente supeditada a las reclamaciones del independentismo.

Para que se de la investidura de Chivite se puede triunfar con 23 votos a favor y con la abstención de Bildu. Pero para llevar a cabo la labor de gobierno se necesitarán los 26 votos que dan la mayoría, por lo que Bildu no desaprovechará esa circunstancia para meter presión.

Y aunque dentro del grupo socialista de Pedro Sánchez no se pongan de acuerdo para tomar esta decisión, dejan claro que la sed de poder es más intensa que la ideología del partido, que ahora va dando bandazos, dirigidos a abrazar lo que haga falta para gobernar.

Añadir nuevo comentario