En julio, España vivió un cambio inesperado tras un junio caluroso: llegó el chorro polar, una fuerte corriente de viento que trajo aire frío desde el norte, causando un descenso notable de temperaturas en el norte.
Una mayoría aplastante de la población exige que las petroleras y empresas de combustibles fósiles contribuyan con impuestos para reparar los daños ambientales que han causado durante décadas.
La carrera espacial moderna avanza rápidamente, con lanzamientos frecuentes de cohetes y satélites, así como proyectos de turismo y exploración interplanetaria, lo que plantea riesgos para la capa de ozono.