Como ocurriera con la primera ola del coronavirus, la inseguridad económica ha provocado que cientos de familias en España se vean obligadas a pedir comida creando largas colas frente a los bancos de alimentos.
Cataluña ha vuelto a abrir sus bares, gimnasios, aunque la medida restrictiva del toque de queda, continúa activa junto a otras restricciones más leves, con el fin de no volver a la situación anterior.