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El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno de España ha presentado una propuesta de modificación de las cuotas de cotización para los trabajadores por cuenta propia, contemplando que en 2026 la cuota que pagan los autónomos pueda incrementarse entre 17 y 206 euros mensuales, en función del tramo de ingresos netos de cada profesional.
Este planteamiento también afecta de modo explícito a los autónomos con discapacidad, que hasta ahora ya están sujetos al mismo sistema de cuotas que el resto del colectivo. En consecuencia, cualquier subida que afecte el esquema general se traducirá automáticamente en una mayor carga para los autónomos con discapacidad.
¿Qué ocurre con los autónomos con discapacidad?
El colectivo de autónomos con discapacidad está sujeto al mismo sistema general de cuotas que el resto de trabajadores por cuenta propia. Es decir, su cuota de cotización mensual dependerá del tramo de rendimientos en el que se encuentre.
Además, este colectivo dispone de ayudas específicas: por ejemplo, un trabajador autónomo con discapacidad igual o superior al 33 % puede acceder a una “tarifa plana” de 80 euros mensuales durante los primeros dos años de actividad.
No obstante, ante el incremento de las cuotas que se propone para 2026, los autónomos con discapacidad también se verían afectados por estas subidas, ya que su cuota pasará a incrementarse conforme al tramo que les toque. Es decir, aunque puedan beneficiarse de reducciones iniciales, una vez superado ese periodo la subida general tendrá impacto en ellos.
Esto plantea una cuestión de especial sensibilidad, dado que muchos autónomos con discapacidad operan con ingresos más ajustados o enfrentan costes adicionales vinculados a su condición. La carga mayor de la cuota puede traducirse en un obstáculo adicional para la viabilidad de su actividad.
Reacción del colectivo y situación de incertidumbre
La propuesta del Gobierno ha generado un fuerte rechazo en el colectivo de autónomos y en sus asociaciones representativas. Por ejemplo, Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos (ATA), mediante su presidente Lorenzo Amor, calificó la medida como un “nuevo sablazo” para los autónomos.
Por su parte, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) reclama mayor claridad, proporcionalidad entre ingresos y cuotas, y garantías de que el sistema vinculado a rendimientos reales no vulnere la viabilidad del trabajo autónomo.
Además, existe un clima de incertidumbre: aunque el marco normativo se definió para iniciar los tramos de 2023-2025, la regulación definitiva para los tramos de 2026-2028 aún no está cerrada. Esto implica que muchos profesionales desconocen cuál será su cuota exacta el próximo año.
El rechazo se multiplica al considerar que autónomos con ingresos modestos podrían ver incrementos que, según sus cálculos, no se justifican por el aumento de sus rendimientos. También se critica la proporcionalidad — por ejemplo, algunos argumentan que los que más ganan siguen cotizando relativamente poco en comparación con sus ingresos reales.
Lo que debes saber como autónomo
- Si eres autónomo y quieres conocer cuál será tu cuota aproximada, puedes usar el simulador de cuotas disponible en la página de la Seguridad Social.
- Debes tener en cuenta que la base de cotización provisional que elijas debe corresponder con tus rendimientos netos previstos. Al cierre del ejercicio, se realizará una regularización que puede dar lugar a devoluciones o pagos adicionales.
- Si percibes una discapacidad del 33 % o más y te das de alta como autónomo, podrías acceder a beneficios como la tarifa plana de 80 euros mensuales durante los dos primeros años (u otros beneficios según la comunidad autónoma). Pero una vez superado ese periodo, quedarás sujeto al sistema general.
- Dicho lo anterior: conviene prever que el coste mensual de cotización podría ascender en 2026, incluso si tus ingresos no crecen sustancialmente, por la sencilla razón de que se aumentan los importes fijos por tramo.
- Si estás en el colectivo de autónomos con discapacidad, conviene prestar especial atención al cálculo de tus rendimientos netos y planificar el impacto de la subida de cuotas, porque tu margen de maniobra puede ser menor que el de autónomos sin discapacidad.
Desafíos importantes y rechazo junto con desconfianza de los trabajadores independientes
La propuesta del Gobierno de España de elevar las cuotas de cotización para los autónomos en 2026 representa una continuidad del proceso de adaptación del sistema hacia una cotización basada en los ingresos reales. Sin embargo, su implementación plantea desafíos importantes: la previsibilidad del coste, la proporcionalidad entre ingresos y cotización, y el impacto concreto sobre colectivos vulnerables como los autónomos con discapacidad.
Aunque la reforma tiene objetivos legítimos, como mejorar la sostenibilidad del sistema de pensiones y la equivalencia entre trabajadores por cuenta propia y asalariados, la recepción que ha tenido entre los autónomos es mayoritariamente de desconfianza o rechazo. Será clave ver cómo avanza la negociación con las asociaciones, y si finalmente se introducen modificaciones al planteamiento original antes de que se apruebe la normativa definitiva.
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