Frente al modelo tradicional centrado solo en el alojamiento, hoy se priorizan actividades que permiten disfrutar intensamente de cada destino, incluso por un solo día.
Una propuesta de la UE estipula que en el futuro las indemnizaciones por retrasos en los vuelos solo se pagarán tras retrasos de cinco, nueve o doce horas, según la distancia, en lugar de las tres horas actuales.