Verificación de edad online: el dilema entre proteger a los menores y respetar la privacidad en Europa

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
12/08/2025 - 08:48
Manifestaciones por la protección de los menores online

Lectura fácil

En un intento por frenar el acceso de los menores a contenidos pornográficos en internet, varios gobiernos europeos están apostando por herramientas tecnológicas que verifiquen la edad de los usuarios. Sin embargo, estos esfuerzos se están topando con un obstáculo importante: el derecho a la privacidad.

La necesidad de proteger a la infancia en el entorno digital ha impulsado a países como Reino Unido, Francia, Grecia y España a desarrollar mecanismos de verificación de edad. No obstante, mientras algunos avanzan con sistemas estrictos que obligan a los usuarios a identificarse, otros abogan por soluciones más flexibles que reduzcan el impacto sobre los derechos fundamentales.

Reino Unido: controles estrictos y proveedores privados por la protección de los menores

En el Reino Unido, los internautas se han encontrado recientemente con nuevas ventanas emergentes al acceder a sitios con contenido sexual explícito. Estas ventanas forman parte de la Ley de Seguridad en Línea (Online Safety Act, OSA), que impone controles de edad obligatorios en webs pornográficas, de juegos de azar y violentas.

El organismo regulador británico, Ofcom, ha aprobado siete métodos considerados "altamente eficaces" para la verificación de edad. Entre ellos se incluyen tecnologías como la estimación facial mediante inteligencia artificial (IA), el uso de tarjetas de crédito, la banca abierta y métodos vinculados al correo electrónico. En cambio, ha descartado los sistemas más débiles, como los que se basan únicamente en pedir al usuario que confirme su edad.

La particularidad del modelo británico es que, al carecer de un sistema nacional de identificación digital, muchas plataformas optan por proveedores privados para implementar estas herramientas. Según la organización Open Rights Group (ORG), esto podría derivar en una menor protección de los datos personales, ya que algunas de estas empresas transfieren información a terceros países como Estados Unidos, donde las leyes de privacidad no son tan estrictas.

Unión Europea: protección de la infancia, sí, pero con garantías

En contraste, la Unión Europea ha adoptado un enfoque más cauteloso. La Ley de Servicios Digitales (DSA) establece la obligación de proteger a los menores, pero sin imponer métodos específicos de verificación. Las plataformas para adultos tienen libertad para elegir sus propios sistemas, siempre y cuando respeten el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).

Para guiar a los Estados miembros, la Comisión Europea ha emitido recomendaciones que promueven el uso de controles de edad para los menores, además de lanzar un proyecto para el desarrollo de aplicaciones nacionales voluntarias. Estas herramientas se basan, por lo general, en sistemas de identidad digital existentes, como el DNI electrónico o registros gubernamentales.

Entre los países que ya están avanzando en este sentido se encuentran España, Francia y Grecia, cuyos gobiernos trabajan en el diseño de soluciones interoperables de cara a la implementación obligatoria de las carteras de identidad digital de la UE, previstas para 2026.

¿Soluciones o nuevos riesgos?

Las aplicaciones promovidas por la UE se basan en el principio de "privacidad desde el diseño", lo que significa que están concebidas para minimizar la exposición de los datos personales. Además, se están explorando tecnologías como la “prueba de conocimiento cero”, que permitiría a los usuarios demostrar que son mayores de edad sin revelar información adicional.

A pesar de estas garantías, las dudas persisten. Algunas organizaciones y empresas advierten de que exigir a los adultos que se identifiquen podría tener efectos contraproducentes. Es el caso de la empresa Aylo, propietaria de Pornhub, que cerró temporalmente su servicio en Francia por considerar que la normativa local es demasiado restrictiva en comparación con la del Reino Unido.

Desde la sociedad civil, también surgen advertencias sobre los riesgos de exclusión digital. Grupos como EDRi (European Digital Rights) alertan de que los sistemas de verificación pueden afectar desproporcionadamente a los usuarios más vulnerables, incluidos algunos menores que buscan información en internet sobre temas sensibles.

Más allá del control de edad

Expertos en derechos digitales insisten en que la verificación de edad, por sí sola, no basta para garantizar un entorno seguro para los menores. Según EDRi, centrarse únicamente en limitar el acceso según la edad puede llevar a descuidar medidas más estructurales, como la moderación de contenidos, la educación digital o el diseño ético de las plataformas.

En este contexto, el debate continúa abierto: ¿cómo proteger a los menores del contenido inadecuado sin comprometer los derechos fundamentales de los usuarios? Las respuestas no son sencillas, pero sí urgentes, en una era donde lo digital atraviesa todas las etapas de la vida.

Añadir nuevo comentario