El zapato de Doña Inés regresa del pasado para contar sobre las huellas del medievo.

Ya podemos disfrutar de la nueva edición de la Vitrina Cero en el Museo Arqueológico Nacional (MAN). Bajo el título “A la luz del pasado: los tejidos del MAN y su restauración”, la muestra ha sido posible gracias a la colaboración entre el propio MAN, la Fundación Iberdrola España y la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico Nacional (AMAN). En este espacio expositivo se exhiben un zapato medieval atribuido a Doña Inés Téllez de Guevara —cuñada de Alfonso X el Sabio— junto con un conjunto de tejidos andalusíes fechados entre los siglos XII y XV (épocas almohade y nazarí).

Según comunicados oficiales, estas restauraciones permanecerán visibles hasta el 14 de diciembre de 2025, fecha en que serán retiradas para someterse a cuidados de conservación y mantenimiento que garanticen su integridad.

La Vitrina Cero es un espacio expositivo permanente del MAN creado con el fin de mostrar piezas excepcionales o temáticas especiales, complementando la exposición permanente del museo. Cada edición se centra en un tema particular o en piezas poco conocidas, de alta fragilidad o valor simbólico, que no pueden permanecer de forma prolongada en exposición continua, como ocurre con el zapato de Doña Inés.

La edición de 2025 se inscribe en esta línea curatorial: presentar al público materiales de extraordinaria fragilidad —textiles y cuero medievales— cuya exhibición requiere un control estricto de condiciones ambientales y temporales.

El zapato de Doña Inés: pieza única del siglo XIII

Una de las piezas centrales de esta muestra es un calzado de cuero atribuido a Doña Inés Téllez Girón y Guevara, esposa del infante don Felipe —hermano de Alfonso X el Sabio—. Este zapato es considerado uno de los ejemplares más valiosos de vestimentas medievales que han llegado hasta nosotros, datado aproximadamente en el siglo XIII, antes de 1265.

Su singularidad radica en su rica ornamentación: conserva restos de una cruz dorada dividida en cuatro cuadrantes, probablemente vinculada a un motivo heráldico, y presenta pigmentos decorativos aún perceptibles.También se conservan partes de la suela, aunque el objeto ha experimentado pérdidas materiales y deformaciones con el paso del tiempo.

Este zapato también se interpreta como un puente simbólico entre dos épocas: por su datación y ornamentación, se lo considera un ejemplo representativo del tránsito entre la producción de cuero al final de la era almohade y los talleres del periodo nazarí.

Los textiles andalusíes: lujo y técnica en seda y oro

Junto al zapato de Doña Inés, el visitante podrá contemplar diez fragmentos textiles de manufactura andalusí que abarcan desde la época almohade hasta la nazarí (siglos XII-XV). Estos fragmentos están confeccionados con sedas finas, hilaturas entorchadas de oro, lino y seda, teñidos con pigmentos ricos y decorados con motivos simbólicos como grifos, estrellas y ornamentación vegetal.

Muchos de estos tejidos eran objetos de lujo, destinados a las élites, y su valor no solo residía en la materialidad (sedas, hilos de oro) sino en el simbolismo de sus motivos decorativos. Se sabe que tales piezas eran muy apreciadas no solo en la Península Ibérica, sino también en ámbitos musulmanes y europeos.

Entre los fragmentos más destacados, figura uno procedente del sepulcro del obispo Pere d’Urtx en la Catedral de la Seu d’Urgell (Cataluña), datado en el periodo almohade (1147–1232). Asimismo, otro fragmento evidencia la riqueza textil nazarí de Granada, con motivos de felinos y gacelas.

Con esta restauración, el MAN eleva a 80 el número total de piezas de tejidos medievales en su colección, abarcando desde el siglo VIII hasta fines del siglo XV y englobando manufacturas tanto andalusíes como cristianas.

Proceso de restauración: del laboratorio al espacio expositivo

El proyecto de restauración ha abarcado unos seis meses de trabajo especializado. Las tareas incluyeron:

1. Limpieza minuciosa para eliminar suciedad acumulada, que había ocultado colores originales en muchas piezas.
2. Corrección de deformaciones, mediante técnicas como la hidratación controlada (vapor) para devolver cierto volumen a los tejidos y al zapato.
3. Consolidación estructural, mediante costuras de refuerzo o puntadas locales que estabilizan las partes frágiles.
4. Diseño y fabricación de soportes individualizados, de modo que cada pieza pueda exponerse sin tensiones ni deformaciones.
5. Estudios científicos de pigmentos e hilos, con análisis que permiten conocer no solo su composición química, sino también revelar información sobre técnicas, procedencia y simbolismos culturales.
6. Digitalización y creación de réplicas 3D, para que el público pueda apreciar texturas, relieves y detalles sin riesgo para los objetos originales, además de favorecer la accesibilidad y la divulgación.

Estos pasos han permitido revelar colores y detalles ornamentales que habían quedado ocultos por la oxidación, pérdida de ligamentos o envejecimiento.

Valor histórico, cultural y simbólico

Más allá de su atractivo estético, estas piezas ofrecen un testimonio material de las técnicas de producción y los símbolos visuales de la Edad Media en la Península Ibérica. El zapato de Doña Inés, por ejemplo, revela conexiones entre los talleres de cuero medieval (casi inexistentes hoy) y los lenguajes heráldicos en la época de las cortes altomedievales.

Por su parte, los tejidos andalusíes, con sus hilos de oro y motivos complejos, muestran las relaciones entre poder, religión y estética en contextos islámicos y cristianos. Los grifos, estrellas y decoración vegetal tienen lecturas simbólicas vinculadas tanto al imaginario islámico como a su adaptación en ámbitos cristianos. Los estudios pigmentarios aportan información complementaria sobre rutas comerciales, fuentes de materias primas y técnicas de teñido.

Además, la exposición de estas piezas es un recordatorio de la fragilidad del patrimonio textil: los materiales orgánicos (cuero, seda, lino) son especialmente vulnerables a la luz, humedad, insectos y oxidación, por lo que su exhibición debe ser limitada y cuidadosa.

Actividades complementarias y política expositiva

Durante el periodo de exposición, el MAN ofrecerá visitas guiadas, talleres para familias y adultos, y actividades accesibles vinculadas a la Vitrina Cero, con el objetivo de acercar estos objetos al público general. También se espera que los modelos digitales y réplicas en 3D estén disponibles para consulta en la sala o plataformas del museo.

Una vez retiradas de la exposición en diciembre de 2025, las piezas recibirán intervenciones adicionales de conservación y mantenimiento, y quizá rotación en futuras ediciones de Vitrina Cero. La naturaleza temporal de la muestra responde al principio de minimizar el deterioro de objetos tan sensibles.

El papel de la Fundación Iberdrola y la AMAN

Este proyecto se enmarca dentro del compromiso de la Fundación Iberdrola España con la restauración y conservación del patrimonio cultural. Según su propia comunicación, Iberdrola financia el proyecto de restauración en su totalidad —a través de un convenio con la Asociación de Amigos del MAN (AMAN)—, reforzando su apoyo a instituciones culturales nacionales.

La Fundación destaca que los objetos seleccionados son de “gran valor patrimonial, ya que quedan muy pocos vestigios de estas características hoy en día”. En su descripción del proyecto, Iberdrola detalló que entre los textiles restaurados figuran tanto piezas andalusíes como cristianas, como fragmentos nazaríes vinculados a don Felipe o Doña Inés, con brocados, inscripciones y decoración vegetal.

Por su parte, AMAN —la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico Nacional— es un actor clave en la difusión y acompañamiento del proyecto, facilitando conexiones con investigadores, apoyando la actividad divulgativa y colaborando en la programación expositiva.