Las 10 obras maestras que el Museo del Prado no quiere que te pierdas

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29/07/2022 - 13:11
Las obras imprescindibles del Museo del Prado

Lectura fácil

El Museo del Prado ha lanzado una campaña en sus redes sociales, para que no te pierdas las 10 obras maestras que guarda en su interior, si vas de visita por poco tiempo. La selección de obras, toca cuadros tan reconocidos mundialmente como Las Meninas de Velásquez o el Jardín de las Delicias de El Bosco. Pero a estas además las acompañan otras obras de igual renombre y maestría que te dejarán con la boca abierta y de las que es un auténtico placer poder disfrutar.

El Museo del Prado, cuenta con una superficie de 45.322 metros cuadrados y contiene nada más y nada menos que 2.000 obras de arte, además de algo más de 5.000 dibujos y 700 esculturas, entre otros pequeños objetos de valor artístico. Si ya has estado, sabrás que intentar verlo todo al detalle es más que imposible en un día y a veces es necesario sacrificar algunas salas para quedarte con lo más importante.

Las 10 joyas del Museo del Prado

Para nosotros sería muy difícil elegir las 10 obras más representativas del Museo del Prado, teniendo encuentra la cantidad de arte que alberga. Por eso lo han hecho ellos y lo han compartido en su cuenta de Instagram para que además podamos dejar nuestra opinión. Si no has podido tener acceso a este contenido, aquí te dejamos su selección:

Las Meninas, de Velásquez

Probablemente este sea el cuadro más famoso del Museo del Prado y reconocido a nivel internacional. Las Meninas (niñas en portugués) es la obra maestra del Siglo de Oro español, pintada por Diego Velásquez y fue encargada por Felipe IV. Un enorme cuadro que domina la sala en la que se encuentra expuesto y que te mantendrá horas con la vista fijada para poder apreciar todos sus detalles.

El Jardín de las Delicias, de El Bosco

Si hablamos de obras famosas no podemos obviar el Jardín de las Delicias. Muchos se han inspirado en la técnica de El Bosco, otros en el cuadro para generar más arte y muchos nunca salieron de la pesadilla representada en su 'infierno'. Este tríptico, representa 3 estadios en los que se ha encontrado, y encuentra, el ser humano según las creencias católicas.

Su narración inicia en el tablón de la izquierda, cuando el ser humano cae en pecado por morder la manzana y será expulsado del paraíso. El tablón central, y principal, de la obra, representa el purgatorio, donde hombres y mujeres de diferentes razas gozan de los placeres y la lujuria terrenal. Finalmente, a la derecha del todo, un infierno de pesadilla del que emanan criaturas diabólicas y en las que el ser humano está sometido a una tortura constante. Es sencillamente cautivador.

El descendimiento, de van der Weyden

Obra maestra del pintor flamenco Rogier van der Weyden, pintado en 1443 y que cuenta con unas dimensiones bastante amplias. Lo increíble de este cuadro, son las posturas, tensiones de los cuerpos y el dramatismo de la escena que representa el descenso de la cruz del cuerpo sin vida de Jesucristo.

La anunciación, de Fra Angelico

Una de las obras más representativas del renacimiento, que representa la anunciación de la llegada del salvador a la Virgen María, pero también el principio y el din del pecado para el ser humano, a través de este nacimiento. La narrativa del cuadro se completa con una predela en la que se representan otras escenas de la vida de la Virgen.

El Cardenal, de Rafael Sanzio

La mirada firme y penetrante de este cardenal representado por el pintor italiano Rafael Sanzio, a pesar de su sencillez, es una de las representaciones de la más alta maestría de la pintura italiana del renacimiento. El fondo negro contrasta con el rojo de las vestiduras del personaje, pero sin duda lo que no te dejará escapar será su mirada.

El Caballero de la mano en el pecho, de El Greco

El Caballero de la mano en el pecho, es la máxima representación de la pintura de El Greco que se conserva. Los tonos de la piel, la forma de las manos, las pinceladas y los ojos, hicieron escuela y generaron una tendencia nueva en la pintura de los últimos años del siglo XVI.

Carlos V a caballo en Mühlberg, de Tiziano

Otro cuadro de proporciones amplias y lleno de detalles. Solicitado por el propio Carlos V al reconocido pintor veneciano Tiziano Vecillio, representa al emperador en una postura de altiveza y triunfo. Tanto la perfectiva trabajada en cuadro, como las texturas y el uso de la luz para dar forma la escena, son sin duda elementos que lo convierten en una obra de arte.

Bodegones, de Clara Peeters

Quién dijo que los bodegones eran aburridos fue porque no observo los de Clara Peeters. Esta pintora flamenca es considerada como una de las pioneras en el arte de bodegón en los Países Bajos, durante muchos siglos esta era la única temática que se le permitía representar a una mujer pintora. Sin embargo, Peeter aprovechó estos bodegones para guardar curiosos autorretratos en los lugares más inesperados. ¿Serás capaz de encontrarlos todos?

Las Majas, de Goya

Qué decir de la relación estrecha entre el artista Francisco de Goya y el Museo del Prado. El pintor zaragozano es uno de los máximos representantes a nivel global del arte español. Desde sus inicios hasta su última etapa, se caracterizaron por por su técnica, el uso de la luz y también por su valor. Las majas forman parte de sus obras de rebelión. Se tratan de dos cuadros idénticos, con la única diferencia de que la primera fue pintada desnuda y la segunda vestida, por petición decorosa.

David vendedor de Goliat, de Caravaggio

La famosa historia de David y Goliat, recogida en la Biblia, en la que se narra la victoria de un príncipe ante un coloso adversario, se ha utilizado como metáfora para explicar que no importa lo grande que sea el desafío, que si se es virtuoso, se puede vencer y ha sido representada en numerosas ocasiones durante gran parte de la historia del arte. Sin embargo, la que cuelga de las paredes del Museo del Prado es una muy especial, ya que una producción del maestro de la pintura italiana del renacimiento, el pintor Caravaggio.

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