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El Parque Nacional de Doñana lleva un tiempo siendo un tema principal en debates y ahora también a nivel internacional. El valor de este enclave, donde confluyen una importante biodiversidad de flora y fauna, además de su belleza incalculable, la llevó a ser proclamada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), confiriéndole así un estatus relevante.
Sin embargo, tras los últimos informes sobre el estado de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), desde el que se señaló la desecación de la laguna de Santa Olalla, la más amplia en extensión, en un segundo verano consecutivo, desde la UNESCO han lanzado una más que advertencia a España de que debe dar un cambio en sus políticas con respecto a los planes de recuperación y conservación de la zona, debido a que algunas propuestas van en contra de estos mismos principios.
Doñana bajo la mirada atenta de las Naciones Unidas
Antes del primero de diciembre de 2024, España tendrá que tener listo un programa efectivo que asegure la integridad del Parque Nacional de Doñana y que cuente además con proyectos factibles para la recuperación de las zonas afectadas. Así ha sido el ultimátum que la UNESCO ha dado a España. De no cumplirlo, se retiraría el título de Patrimonio de la Humanidad al Parque, pasando a la categoría de Patrimonio Mundial en Peligro.
Entre los principales motivos por los que la UNESCO se ha puesto firme con respecto a las políticas españolas, más allá del deterioro antes mencionado, se encuentra el proyecto de ley del Parlamento de Andalucía que tiene como objetivo el de regularizar los regadíos que se encuentran en la corona forestal de Doñana y que beben directamente de sus acuíferos, políticas por otra parte impulsadas por el actual gobierno andaluz de PP y VOX.
El problema con este proyecto de ley, es que promueve la legalización de pozos ilegales en vez de sus cierres permanentes. Así lo señala la UNESCO en el texto del informe. Se calcula que existen entre 700 y 1.900 de estos pozos en activo y lo califican como "motivo de gran preocupación". Por otro lado, también instan a que se ponga en marcha el Plan Especial de Ordenación de Regadíos de la Corona Forestal de Doñana, conocido como 'Plan de la Fresa'.
El 'Plan de la Fresa'
Desde la organización WWF señalan que el 'Plan de la Fresa' tenía como principal objetivo el de cerrar los pozos ilegales, una de las principales causas, junto con las sequías, el cambio climático y las exigencias de la agricultura, que están mermando las capacidades del Parque. Sin embargo, según sus cifras, no se han cerrado más que el 17 % de estos pozos.
Según como marca la UNESCO, bastante preocupada por los planes del presidente Juan Manuel Moreno Bonilla, hace falta un mejor modelo de regulación, así como cumplir con el cierre de pozos ilegales, “lo que es crucial para preservar el valor de Doñana”, sentencian.
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