La discapacidad auditiva de los niños plantea un reto para los padres y madres de familia y para los educadores, que exigen tener a su alcance recursos y productos de apoyo.
Principalmente hombres que se sitúan ideológicamente en la extrema derecha. El colectivo gitano y las personas procedentes del África Subsahariana y Marruecos son las principales víctimas.