Cada 40 segundos, alguien, en algún lugar del mundo, se quita la vida. Casi 800.000 personas mueren por suicidio cada año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los fisioterapeutas tuvieron un papel clave durante la fase de respuesta aguda a la pandemia y siguen siendo muy importantes para ayudar a las personas a recuperarse de la Covid-19.
Los profesionales sanitarios han afirmado que la donación forma parte del final de la vida del paciente, ya que otra persona puede necesitar de esos órganos o tejidos para seguir viviendo.