Un 23 % de los hombres jóvenes y una de cada ocho chicas creen que la violencia de género es un invento ideológico, según una encuesta reciente, lo que refleja una preocupante tendencia de negacionismo entre las nuevas generaciones.
Denunciar violencia de género es un derecho y un primer paso hacia la protección. Desde el momento en que la víctima llega a la comisaría, debe ser informada de sus derechos, atendida con respeto y acompañada por un abogado especializado.
La violencia económica es una forma silenciosa pero poderosa de control que sufren muchas mujeres, y que impide su autonomía. Impedir trabajar, controlar el dinero o endeudar a la pareja son prácticas comunes en relaciones abusivas.
Un estudio de Plan International revela que más de la mitad de las adolescentes cree que la violencia de género en adolescentes ejercida por los hombres es natural e inevitable, y muchas sienten que deben protegerse solas.