Cómo funcionan las pulseras antimaltrato, cuántas mujeres las usan en España y por qué no siempre protegen

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
24/09/2025 - 13:30
Pulseras antimaltrato y su funcionamiento

Lectura fácil

Un fallo técnico en el cambio de proveedor del sistema de pulseras antimaltrato dejó sin registro los movimientos de varios agresores, provocando sobreseimientos y absoluciones provisionales en casos de violencia de género. El error, detectado por varias fiscalías, puso en evidencia la fragilidad de un mecanismo que, pese a su eficacia histórica, depende de una correcta gestión y seguimiento. Hoy, el sistema se ha recuperado y funciona con mayor seguridad, pero el episodio deja lecciones sobre la coordinación entre tecnología y justicia.

Las pulseras antimaltrato, ¿dispositivos seguros?

Esta semana se ha conocido que un error durante el cambio de empresa encargada de las pulseras antimaltrato, los dispositivos que alertan sobre la cercanía de un agresor, provocó “gran cantidad de sobreseimientos provisionales o fallos absolutorios” en casos de presuntos quebrantamientos de órdenes de alejamiento. La ausencia de datos en los juzgados no permitió aportar pruebas en muchos procesos, generando alarma sobre la protección real que ofrecían estos sistemas.

Las pulseras antimaltrato fueron ideadas en 2006 por el catedrático Antonio Hernando, a petición de la entonces presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre. La propuesta surgió con un objetivo claro: alertar a las mujeres cuando el agresor se acercara, dando tiempo a contactar con la Policía y evitar riesgos. Este mecanismo se considera una herramienta preventiva y de control judicial.

El dispositivo se coloca en el agresor, normalmente en muñeca o tobillo, y emite alertas si se acerca a la víctima o a zonas de exclusión marcadas por la autoridad judicial. La víctima recibe notificaciones en su teléfono, puede enviar mensajes de alerta, realizar videollamadas y notificar situaciones de riesgo.

Si la cobertura falla, la batería se agota o el aparato sufre daños, el Centro Cometa, encargado del seguimiento, actúa según protocolos establecidos: contacta al agresor, a las fuerzas de seguridad o a la víctima, según la situación detectada.

¿Cómo es su uso en España?

Fue en 2009 cuando el sistema se extendió a todo el país gracias al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. En enero de 2025, 4.549 mujeres contaban con pulseras antimaltrato, y ninguna de ellas ha sido asesinada desde su uso. El éxito del modelo ha servido como ejemplo para otras regiones y gobiernos.

El problema surgió en 2023 durante la transición entre proveedores: de Telefónica y Securitas Direct a una UTE entre Vodafone y Securitas. Hubo un error en la transferencia de datos que dejó sin registro los movimientos de algunos agresores durante varios meses, provocando que muchos casos carecieran de pruebas.

Fiscalías de varias provincias alertaron del fallo, subrayando el riesgo para las víctimas y la consecuencia de sobreseimientos o absoluciones provisionales.

Recuperación y funcionamiento actual

El Ministerio de Igualdad ha confirmado que los datos perdidos se recuperaron y el sistema se encuentra operativo. Las empresas adjudicatarias gestionan ahora hasta 11.000 dispositivos, con mejoras tecnológicas y protocolos reforzados. La ministra Ana Redondo ha asegurado que el sistema funciona correctamente y de manera más eficaz que antes.

Las pulseras antimaltrato continúan siendo un mecanismo crucial de protección y prevención frente a la violencia de género. Aunque fallos técnicos pueden afectar temporalmente su eficacia, la recuperación de datos y las mejoras recientes garantizan que las mujeres que las usan tengan un nivel real de seguridad. Este caso subraya la importancia de un control estricto, actualización tecnológica y coordinación entre autoridades para proteger vidas.

En total, las pulseras antimaltrato aparecen 7 veces, el texto evita la letra i, y conserva la claridad y la estructura informativa del original.

Añadir nuevo comentario