Los ácaros: esos microscópicos pero peligrosos bichitos

¿Sabías que en el mundo existen unas 40.000 especies de ácaros, distintas y catalogadas? Y se estima que existen muchísimas especies más

Los ácaros son más antiguos que los primeros hombres. Hay constancia de que existen desde hace unos 400 millones de años.

Entre las especies existentes encontramos a lo más minúsculos, que son diez veces más pequeños que un milímetro, o las famosas garrapatas, que llegan a medir hasta tres centímetros.

Los ácaros son la especie más antigua del mundo

Esta "simpática" subclase de los arácnidos, puede resultar perjudicial para la salud. A través de picaduras, como hacen las garrapatas que se instalan en la piel, o provocando alergias.

Los ácaros de polvo, una diminuta criatura invisible al ojo humano, sobrevive en condiciones extremas en nuestros hogares y producen reacciones alérgicas en al menos el 10% de la población, de los cuales el 15% son niños.

Estos arácnidos diminutos, habitan en el interior de nuestras casas y se alimentan de la piel que desprendemos.

El hábitat favorito de los ácaros son los textiles naturales, como las cortinas, las alfombras, los colchones, sofás e incluso los peluches. Prefieren los ambientes húmedos y cálidos.

Dependiendo de la especie, lo ideal para ellos sería una humedad que ronda el 60 y el 80%. Son considerados peligrosos para la salud de las personas alérgicas cuando se da una concentración de más de 10mg de ácaros por gramo de polvo.

Alergia a los ácaros

La alergia, en realidad, no la provocan los ácaros en sí, sino sus excrementos, que contienen una sustancia llamada Der p1, causante de la alergia al ser inhalada con el polvo fino. Las reacciones alérgicas se pueden producir de dos formas:

Por inhalación, a través de las vías respiratorias: Los síntomas provocados son la rinitis, estornudos, y en casos graves, asma, que puede convertirse en crónico si no se trata.

A través de la piel: Puede producirse dermatitis, eccema, irritación cutánea y ocular, conjuntivitis, etc.

Al igual que en la mayoría de las alergias, al ser sintimático, se palia a través de antihistamínicos, colirios, cremas, etc.tc. Se debe evitar en lo posible el contacto con el alérgeno.

Se puede evitar que proliferen

Una cosa hay que tener clara, los ácaros son unos inquilinos más de nuestra casa. Su población podría medirse por millones, y evitarlos del todo es imposible.

Pero no todo esta perdido, pues se pueden tomar una serie de medidas para que la concentración de estos organismos y sus excrementos se mantengan por debajo de los 10mg de ácaros por gramo de polvo, evitando que originen alergias.

• Quitar el polvo a menudo. Retirarlo siempre con un paño húmedo, así no lo moveremos de un lugar a otro de la casa.
• Aspirar al menos una vez a la semana, el suelo, las alfombras, sofás, cojines, cortinas… y una vez al mes, los colchones. Algunas aspiradoras tienen los llamados filtros hepa, que eliminan mejor los ácaros y el polvo.
• Usar un protector de colchón antiácaros.
• Evitar las alfombras de pelo largo y tejidos naturales, como la lana, uno de los hábitats favoritos de los ácaros y el látex.
• Lavar los textiles a menudo, sobre todo ropa de cama, pero también cortinas, peluches, etc.
• Ventilar a diario, sobre todo las habitaciones, donde más ácaros a causa de la humedad y los textiles se concentran. De este modo, conseguiremos que la humedad de la casa se sitúe en torno al 40-50%, y la temperatura en torno a los 20 cº.
• Utilizar un purificador de aire, con tecnología iónica, que garantizan un ambiente libre de ácaros e impurezas.

De esta forma se conseguirá tener un ambiente más habitable y sano, libre de ácaros e impurezas, favorable para personas con alergia.