En 2025 entra en vigor la Ley Europea de Accesibilidad. Esta norma obliga a empresas, comercios online y organismos públicos a tener sitios web accesibles para todas las personas, incluidas las que tienen discapacidad.
Un sitio web accesible permite que todas las personas, incluidas aquellas con discapacidad, lo usen sin barreras. Para lograrlo, debe cumplir con principios clave: perceptibilidad, operabilidad, comprensibilidad y robustez.
En la era digital actual, la accesibilidad web es crucial para asegurar que todas las personas, independientemente de sus capacidades, puedan acceder y utilizar servicios en línea.
En los últimos años, la normativa sobre accesibilidad web ha avanzado significativamente, impulsada por una mayor conciencia sobre la inclusión digital.