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En un contexto global marcado por la huella de carbono y la necesidad de repensar el modelo de desarrollo, en 2024, el turismo emisor en Perú mostró una notable recuperación. Según información del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), más de tres millones de peruanos salieron del país por motivos turísticos, lo que representa cerca del 97 % del volumen registrado antes de la pandemia de COVID-19. Este repunte confirma una tendencia sostenida de reactivación en el tráfico aéreo internacional.
Pequeños cambios para reducir la huella de carbono
No obstante, este crecimiento también pone sobre la mesa un desafío clave: cómo hacer frente a la huella de carbono del transporte aéreo en un contexto de crisis climática. En respuesta a esta preocupación, las aerolíneas Air France y KLM han centrado sus esfuerzos en la innovación como base de su estrategia de sostenibilidad. Ambas compañías se han propuesto ambiciosos objetivos que ayuden a mejorar la huella de carbono, entre ellos reducir en un 30 % las emisiones de CO₂ por pasajero-kilómetro para 2030 y alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.
Parte fundamental de esta transformación es la modernización de su flota con aviones más eficientes como los Airbus A220 y A350, así como los Boeing 787, los cuales consumen hasta un 25 % menos de combustible que sus predecesores. Esta renovación tecnológica busca reducir significativamente la huella de carbono del transporte aéreo. Además, el uso de combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés) cobra cada vez más protagonismo. Estos combustibles pueden reducir hasta en un 80 % las emisiones de CO₂ a lo largo de su ciclo de vida. Air France-KLM ya ha comenzado a utilizarlos en vuelos comerciales y ha firmado un acuerdo estratégico con TotalEnergies para garantizar el suministro de 1,5 millones de toneladas de SAF durante la próxima década.
Sostenibilidad y cuidado en cada detalle durante el vuelo
La sostenibilidad también requiere enfocarse en los pequeños detalles. En el interior de los aviones, las aerolíneas han adaptado sus servicios para minimizar la generación de residuos, reemplazando los plásticos de un solo uso por materiales reutilizables o compostables y mejorando los sistemas de reciclaje durante el vuelo. Todas estas acciones, tanto a gran escala como en aspectos cotidianos del servicio, buscan mitigar la huella de carbono y hacer del viaje una experiencia más responsable con el planeta. Además, los aviones están equipados con filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air), capaces de eliminar hasta el 99.99 % de virus, bacterias y partículas diminutas. Estos filtros, junto con una renovación completa del aire cada tres minutos, aseguran un ambiente más limpio, seguro y saludable tanto para los pasajeros como para la tripulación, incluso a más de 10.000 metros de altitud.
Desde la ciudad de Lima, los pasajeros ahora tienen la posibilidad de disfrutar de importantes avances e innovaciones tecnológicas implementadas a bordo de modernas aeronaves de última generación. Estas nuevas experiencias de viaje permiten conectar de manera más eficiente y cómoda con una red de más de 120 destinos ubicados en diversos continentes alrededor del mundo.
Estas operaciones se refuerzan con medidas como el pilotaje eficiente y la incorporación gradual de combustibles sostenibles para la aviación (SAF), los cuales ayudan a disminuir la huella de carbono del vuelo. De esta manera el compromiso con el medioambiente deja de ser un objetivo distante y se transforma en un aspecto concreto y perceptible de la experiencia de volar.
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