Un equipo de investigadores nos muestra el por qué del color naranja en los ríos de Alaska

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30/05/2024 - 08:07
Por qué son naranjas los ríos de Alaska

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Los ríos de Alaska están experimentando un cambio sorprendente: están transformando su tono azul cristalino en un llamativo color naranja. Este fenómeno ha llamado la atención de un equipo de investigadores del Servicio de Parques Nacionales de EE. UU., el Servicio Geológico y la Universidad de California en Davis. Después de estudiar exhaustivamente numerosos arroyos y ríos remotos del estado, los científicos han llegado a una conclusión reveladora.

Según su estudio, publicado en Nature Communications, este cambio de color se atribuye al deshielo del permafrost, una capa de suelo congelado de forma permanente en regiones muy frías. A medida que el permafrost se derrite debido al aumento de las temperaturas, se exponen minerales que anteriormente estaban atrapados en el hielo.

Estos minerales, al entrar en contacto con el agua de los ríos de Alaska, tiñen el agua de un vibrante color naranja y aumentan su acidez. El proceso es similar al efecto que se observa en el drenaje ácido de las minas, donde los minerales expuestos reaccionan con el agua y el oxígeno para liberar ácidos y metales.

Este cambio en el color y la composición química del agua podría tener consecuencias significativas para el ecosistema local. Además de afectar la estética de los ríos, la acidificación del agua puede perjudicar la vida acuática y la calidad del agua potable. Los científicos están monitoreando de cerca esta situación para comprender mejor sus impactos y buscar posibles soluciones.

Los ríos de Alaska pasan del color azul a un intenso naranja, ¿por qué?

Los ríos de Alaska están cambiando de azul a un intenso color naranja. Un equipo de investigadores del Servicio de Parques Nacionales de EE. UU., el Servicio Geológico y la Universidad de California en Davis ha analizado docenas de arroyos y ríos remotos del estado para entender la causa de este fenómeno.

El estudio, publicado en Nature Communications, revela que el deshielo del permafrost, que expone minerales al agua, es el responsable de este cambio de color y del aumento de la acidez en las aguas de Alaska.

Los investigadores identificaron al menos 75 ríos y arroyos de color naranja en un área del tamaño de Texas, en la cordillera Brooks. Estas zonas afectadas fueron detectadas principalmente mediante inspecciones aéreas. Según el ecólogo Jon O'Donnell, muchos sitios parecían "casi un zumo de naranja con leche".

Esta situación puede tener graves consecuencias para el agua potable y la pesca en el Ártico, ya que los arroyos naranjas pueden ser tóxicos y dificultar la migración de peces a sus zonas de desove.

Los investigadores estudian cómo este fenómeno puede afectar al agua potable

El impactante color naranja de los ríos en Alaska es tan notorio que incluso puede verse desde el espacio. Brett Poulin, experto en toxicología ambiental de la Universidad de California en Davis, inicialmente relacionó este fenómeno con el drenaje ácido de las minas, pero no hay minas cerca de los ríos afectados.

La teoría principal sugiere que los minerales del permafrost, liberados por el calentamiento global, entran en contacto con el agua y el oxígeno, liberando ácidos y metales en el entorno.

Varios análisis químicos revelan altos niveles de zinc, níquel, cobre, cadmio y hierro, este último responsable del tono azafrán del agua. Los ríos contaminados también muestran una acidez inusualmente alta, con un pH comparable al del zumo de limón o el vinagre.

Los investigadores están estudiando los efectos de estos compuestos en el agua potable y las poblaciones de peces, lo que podría tener serias implicaciones para las comunidades locales. Con el calentamiento continuo del clima, el derretimiento del permafrost podría seguir cambiando el color y la calidad del agua de estos ríos en Alaska.

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