La mala identificación de altas capacidades en niños genera diagnósticos erróneos de TDAH y otros trastornos

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08/04/2025 - 14:30
Altas capacidades en niños

Lectura fácil

En España, el Ministerio de Educación estima que existen alrededor de 46.238 alumnos con altas capacidades. Sin embargo, varias entidades, como la Asociación Española de Superdotados y con Talento (AEST), advierten que esta cifra es insuficiente.

La detección de altas capacidades: Un desafío en la educación española

Uno de los mayores problemas en la identificación de las altas capacidades es la falta de consenso sobre su definición. La AEST explica que los términos "superdotación", "inteligencia" y "talento" pueden tener distintos significados según el contexto cultural.

Por ejemplo, para la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona es considerada superdotada si su coeficiente intelectual (CI) supera los 130 puntos. Sin embargo, muchos especialistas coinciden en que este dato no es el único que debe tomarse en cuenta.

La AEST también resalta que la característica común entre todas las personas es su capacidad para aprender rápidamente y una gran curiosidad por explorar en profundidad cualquier área que les interese.

El proceso de detección

Para una detección precisa de las altas capacidades, el proceso debe ser multidimensional. Alba M.ª García Rasero, neuropsicóloga clínica, señala que un diagnóstico adecuado debe incluir una entrevista inicial con los padres, profesores y el propio niño, para conocer su desarrollo, comportamiento y posibles señales.

Además, deben realizarse pruebas psicométricas, como el WISC-V para niños o el WAIS para adultos, que ayudan a medir el CI. Sin embargo, el CI no es un criterio definitivo. También es importante evaluar la creatividad y el pensamiento divergente, ya que muchos individuos con altas capacidades sobresalen en la generación de ideas originales.

Finalmente, la observación del rendimiento académico y el comportamiento del niño en diversos entornos es fundamental para una evaluación completa.

Clasificación y enfoque

Existen varias clasificaciones de las altas capacidades, cada una con sus propios criterios. La más común es la superdotación, que implica un CI elevado y habilidades destacadas en diversas áreas cognitivas y creativas.

El talento simple se refiere a personas que sobresalen en una sola área, como las matemáticas, el arte o los idiomas, pero sin una superioridad generalizada en otras disciplinas.

Por otro lado, el talento complejo o múltiple hace referencia a individuos con altas habilidades en varias áreas, aunque sin llegar a cumplir los requisitos de superdotación. Por último, la precocidad intelectual describe a niños que muestran un desarrollo cognitivo adelantado, aunque no siempre se traduce en capacidades a largo plazo.

Los niños con talento matemático, por ejemplo, pueden beneficiarse de programas de aprendizaje avanzados, mientras que aquellos con talento verbal pueden disfrutar de actividades de escritura creativa. Los niños con habilidades artísticas, por su parte, pueden acceder a clases especializadas y mentorías con profesionales del campo.

Consecuencias de un diagnóstico erróneo

Un diagnóstico incorrecto o tardío de estas capacidades puede tener serias repercusiones en el bienestar del alumno. La falta de un estímulo adecuado puede llevar a la desmotivación, el aburrimiento y, en algunos casos, al fracaso escolar.

Además, es frecuente que las altas capacidades se confundan con trastornos como el TDAH o el TEA, lo que puede resultar en intervenciones inapropiadas.

También puede ocurrir que, si un niño es diagnosticado erróneamente con capacidades mayores, se le impongan expectativas poco realistas que afecten su salud emocional.

Por lo tanto, si hay dudas sobre el diagnóstico, se recomienda una reevaluación con otro especialista para obtener una visión más precisa, tomando en cuenta las opiniones de docentes, psicólogos y familiares.

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