La realidad del alumnado con autismo en España: Desafíos de género y falta de recursos

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16/05/2023 - 09:17
Un alumno con autismo trabaja las emociones en el aula.

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El alumnado con autismo es el más numerosos de todos los alumnos que tienen necesidades específicas de apoyo educativo asociado a discapacidad. Así lo demuestran los datos del Ministerio de Educación correspondientes al curso 2021-2022 y así lo refleja Autismo España en el informe ‘Datos de alumnado general no universitario con trastorno del espectro del autismo’, en el que se establece que 69.002 (un 28 %) del total de alumnos con discapacidad y necesidades específicas de apoyo (245.983) tienen autismo, "es el primer año que el autismo supera a la discapacidad intelectual como la discapacidad más prevalente en el alumnado", comenta Marta Plaza, socióloga del área de Investigación de Autismo España y la encargada de elaborar este informe, "lo más destacado de estos datos es que en los últimos 11 años escolares, el número de alumnos con autismo ha ido incrementándose, es una tendencia".

Según Plaza, este incremento de alumnado con autismo se debe a una mejor detección y reconocimiento de los casos. Anteriormente, había alumnos que no eran identificados, pero ahora se les presta atención, se valora su situación y se reconocen sus necesidades.

Cuando los alumnos con autismo son reconocidos como tales, se toma conciencia de sus necesidades específicas y se solicitan los apoyos necesarios. Estos datos indican que cada vez hay menos alumnos que no son identificados, lo cual es positivo. Marta explica que este aumento en la detección y reconocimiento de los alumnos con autismo es la razón principal de esta mayor prevalencia.

En los últimos 11 años escolares, el alumnado con autismo ha ido incrementándose

Cada vez se está detectando y diagnosticando mejor a los estudiantes con autismo, lo que ha llevado a un aumento en el número de casos identificados. Esto se debe a que, como decíamos, se están identificando casos que antes no se detectaban y se están reconociendo las necesidades específicas de los estudiantes con autismo. Lo que ha llevado a un aumento del 347,44 % en los últimos 11 años en el número de estudiantes con autismo en educación ordinaria, mientras que el número de estudiantes en educación especial ha aumentado solo un 82 %.

Antes, únicamente se identificaba a estudiantes con autismo con necesidades extremas, pero ahora se están identificando casos más leves que pueden recibir apoyo en la educación ordinaria.

Esto es una buena noticia porque significa que se están identificando y atendiendo mejor las necesidades del alumnado con autismo.

Desafío pendiente: La falta de apoyo en las etapas superiores

Marta Plaza, socióloga de Autismo España, destaca otro aspecto positivo: el aumento de alumnas con autismo, superando en número a los alumnos varones. Aunque aún hay más casos de niños, se está mejorando la detección en las niñas. En los últimos cursos, se ha observado un incremento porcentual mayor en el caso de las niñas. Esto es especialmente relevante, ya que las niñas suelen pasar desapercibidas durante las etapas educativas. Al camuflarse mejor, es común que no sean identificadas hasta la adolescencia, lo que puede llevar a problemas de salud mental por falta de atención oportuna.

Sin embargo, según Marta Plaza, queda una asignatura pendiente: la escasa presencia de alumnos con autismo en etapas educativas superiores. La mayoría de los estudiantes con autismo se concentran en la educación infantil y primaria. Esto puede ser debido a una detección temprana más efectiva, pero también a un mayor abandono escolar a medida que avanzan en su educación. En etapas postobligatorias como el bachillerato y la formación profesional, la presencia de alumnado con autismo es significativamente menor.

Estas etapas superiores son más exigentes en cuanto al currículo y, al mismo tiempo, ofrecen menos apoyos. Para aumentar la participación de los estudiantes con autismo en estas etapas, se requieren más alternativas educativas adaptadas, como apoyos visuales y sociales. Además de los desafíos académicos, también se enfrentan a desafíos sociales, como trabajos en grupo, que pueden afectarlos de manera más significativa.

Otro problema es la falta de datos sobre el seguimiento de los estudiantes después de las etapas obligatorias. Existe la especulación de que muchos abandonan la educación y experimentan fracaso escolar. La falta de alternativas y apoyos adecuados puede llevar a que algunos estudiantes se queden en casa sin opciones, lo cual es una situación lamentable. Es fundamental recopilar más información para comprender mejor el panorama posterior a la educación obligatoria y brindar mejores oportunidades a los estudiantes con autismo.

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