La esperanza de vida de las personas con VIH se acerca a la general

La vida de las personas con VIH recién diagnosticadas se acerca cada vez más a la de la población general, con una esperanza de vida de 73 años para hombres y 72,3 para mujeres, siempre que el diagnóstico sea temprano y se mantenga un buen control de la infección.

Esta alentadora realidad fue destacada en la presentación del 'Cuaderno de Adherencia en VIH: prevención y tratamiento', una guía práctica presentada este martes en Madrid por ViiV Healthcare y la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS).

Un éxito médico que impone un nuevo reto para las personas con VIH

Hace tan solo tres décadas, la infección por VIH era considerada una enfermedad mortal. Hoy, gracias a los significativos avances médicos, el panorama ha cambiado radicalmente, situando la esperanza de vida de las personas con VIH recién diagnosticadas prácticamente al nivel de la población general. Este éxito, si bien es un triunfo de la ciencia, trae consigo un nuevo y crucial desafío: mantener la adherencia al tratamiento y a los cuidados de por vida.

En España, la cronicidad de la infección es una realidad palpable: más del 50 % de las personas con VIH supera los 50 años, y la mitad de ellas convive con la infección desde hace más de 15 años. Por ello, el foco de la atención sanitaria se ha desplazado. El reto ya no es solo combatir y tratar la infección en sí, sino asegurar la persistencia en los cuidados a largo plazo y garantizar que las personas con VIH sostengan el compromiso con su salud a lo largo de las décadas.

Adherencia: un pilar de la salud y la eficiencia económica

La adherencia terapéutica va más allá de un acto individual; tiene un impacto directo en la salud y en la sostenibilidad del sistema sanitario. Las personas con VIH que siguen rigurosamente su tratamiento antirretroviral no solo reducen en un 28 % el riesgo de progresión de la infección, sino que también generan entre un 10 % y un 40 % menos de costes sanitarios indirectos.

Con el fin de abordar los desafíos que plantea la adherencia en una condición crónica, ViiV Healthcare y ANIS han lanzado el 'Cuaderno de Adherencia en VIH: prevención y tratamiento'. Esta es la primera guía práctica que ofrece una visión multidisciplinar para analizar la importancia e impacto de la adherencia tanto en el tratamiento como en la prevención del VIH.

Durante la presentación, Amaia Casteig, del Grupo OAT Observatorio de la Salud, subrayó que “la adherencia no es solo tomar medicación: es cuidar de uno mismo a largo plazo”. Recordó que el próximo 15 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Adherencia, una fecha que “pretende visibilizar este compromiso silencioso que sostiene la vida de millones de personas con patologías crónicas”.

Casteig también enfatizó la importancia de la precisión: “la mayoría de las personas con VIH en España reciben tratamiento antirretroviral, y presentan una infección controlada. Sin embargo, para conseguir esta estabilidad clínica es necesario que la medicación se realice con el mínimo número de fallos, ya que adherencias inferiores al 90 % pueden producir un fallo de tratamiento y la aparición de virus resistentes a los tratamientos”.

Recomendaciones y estrategia para la mejora continua

El cuaderno incluye un decálogo de recomendaciones validado mediante un estudio Delphi con un panel de expertos, permitiendo priorizar las medidas más relevantes y factibles para mejorar la adherencia en el ámbito del VIH.

Desde una perspectiva de gestión y eficiencia, Félix Rubial, gerente del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, destacó que “cada punto de adherencia ganado supone eficiencia para el sistema sanitario”. Rubial concluyó con una firme declaración: “A mi juicio, la adherencia terapéutica no es solo una cuestión clínica, sino una palanca estratégica para la efectividad clínica, la eficiencia, la calidad asistencial, y la mejora de los resultados en salud”.

El foro concluyó con un llamamiento conjunto a los medios de comunicación para que continúen difundiendo información veraz, empática y libre de estigmas sobre el VIH. Los participantes coincidieron en que la comunicación rigurosa y empática, reflejando la importancia de la adherencia, es esencial para avanzar hacia los objetivos de ONUsida, reducir el estigma persistente y empoderar a las personas con VIH en su autocuidado.