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La lucha por la regeneración de los océanos ha vivido hoy un capítulo decisivo de la mano del sector privado. La compañía dermatológica ISDIN ha anunciado este miércoles que ha logrado cumplir, y culminar con éxito, uno de sus objetivos medioambientales más ambiciosos: la retirada de 500 toneladas de residuos y redes de pesca de mares, océanos y costas. Este hito, alcanzado en diciembre de 2025, es el fruto de una colaboración estratégica iniciada en 2023 con la startup española de impacto social Gravity Wave.
Esta alianza no solo representa un logro cuantitativo, sino un modelo de cooperación internacional que ha involucrado a una vasta red humana. Durante los últimos tres años, el proyecto ha movilizado a más de 2.500 pescadores tradicionales que operan en 165 puertos repartidos por el Mediterráneo y otras aguas clave, abarcando países como España, Grecia, Italia, Egipto e India. El objetivo central de esta movilización ha sido interceptar y extraer inmensas cantidades de toneladas de plástico que amenazan la biodiversidad marina, devolviendo así la salud y la belleza a unos ecosistemas cada vez más castigados por la acción humana.
Un compromiso progresivo con el Mediterráneo
La consecución de esta cifra global de 500 toneladas no ha sido lineal, sino el resultado de un esfuerzo escalable y sostenido en el tiempo. Según los datos facilitados por la compañía, el proyecto comenzó en 2023 con la recogida de las primeras 65 toneladas. Tras asentar las bases logísticas y ampliar la red de puertos colaboradores, en 2024 se dio un salto cualitativo alcanzando las 200 toneladas. Finalmente, el esfuerzo se ha intensificado en este último ejercicio de 2025, logrando retirar las 235 toneladas restantes para completar el objetivo global.
Juan Naya, CEO de ISDIN, ha querido resaltar la urgencia de estas acciones, poniendo el foco en la situación crítica del Mare Nostrum. “Solo en el Mediterráneo, estos desechos constituyen ya el 95 % de todos los residuos. De hecho, nuestro mar es el más contaminado por plásticos del planeta”, afirmó Naya. Para el directivo, es imperativo que las empresas asuman su parte de responsabilidad para revertir la situación, impulsando iniciativas que no solo limpien la superficie, sino que recuperen el fondo marino de las toneladas de plástico que se acumulan en las profundidades.
De residuo a recurso: transformando toneladas de plástico
El proyecto de ISDIN y Gravity Wave destaca por cerrar el ciclo de vida del residuo, integrándose plenamente en la economía circular. No basta con limpiar; es necesario dar una salida sostenible al material recuperado. En este sentido, la colaboración ha permitido que las toneladas de plástico y redes fantasma extraídas del mar no acaben en vertederos, sino que se reintroduzcan en la cadena de valor como materia prima.
Gran parte de los residuos plásticos recogidos han sido transformados por Gravity Wave en mobiliario de diseño sostenible y soluciones para entornos urbanos. Un ejemplo emblemático de esta transformación son los asientos del Estadio Benito Villamarín, del Real Betis, fabricados al 100 % con redes de pesca recicladas. Asimismo, la propia ISDIN ha utilizado parte de estos materiales recuperados para fabricar mobiliario utilizado en sus eventos corporativos, demostrando que es posible convertir toneladas de plástico inservibles en objetos de valor y diseño funcional.
Amaia Rodríguez, cofundadora de Gravity Wave, subrayó la importancia de este proceso: “Es crucial que los residuos plásticos marinos recolectados se transformen en materiales reciclados de alto valor, apostando por una verdadera economía circular”. Rodríguez explicó que, gracias al apoyo de grandes compañías, pueden dar una “segunda vida” a estos materiales en forma de paneles y productos sostenibles.
Innovación y alianzas: el movimiento 'Love Your Planet'
Más allá de la extracción física de residuos, la estrategia de sostenibilidad de ISDIN se engloba bajo el paraguas de su movimiento Love Your Planet. En paralelo a la limpieza de mares, la compañía impulsó en 2023 la creación de la Bluewave Alliance. Esta organización actúa como un punto de encuentro entre empresas con propósito, comunidad científica, emprendedores y entidades conservacionistas. Actualmente, con más de una decena de colaboradores, la alianza promueve proyectos de biodiversidad, ciencia ciudadana para monitorizar el cambio climático y programas educativos para concienciar a las nuevas generaciones sobre el impacto de verter toneladas de plástico en nuestros entornos naturales.
La sostenibilidad también ha permeado el modelo de negocio core de la compañía. ISDIN ha vinculado sus ventas a su impacto positivo, comprometiéndose a retirar del mar el peso equivalente en toneladas de plástico a los envases vendidos de su producto estrella, el fotoprotector Fusion Water Magic.
Mirando hacia el futuro, la hoja de ruta es clara. La empresa mantiene su objetivo de desarrollar un packaging 100 % reciclable para 2030 y avanza en la descarbonización, con la meta de reducir un 50 % sus emisiones directas. Este liderazgo ha sido avalado externamente: en este 2025, ISDIN ha recibido por segundo año consecutivo la calificación ‘A’ del Carbon Disclosure Project (CDP), un reconocimiento que apenas ostentan unas 400 empresas en el mundo y que certifica su transparencia y acción climática frente a los plásticos y emisiones que amenazan el planeta.
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