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Quienes tienen baja visión viven en tierra de nadie. Ven lo justo para no ser considerados ciegos legales, pero no lo suficiente para llevar una vida sin obstáculos. Sin apoyos específicos ni reconocimiento claro en muchos ámbitos, su realidad ha sido hasta ahora invisible para las administraciones. Ahora, la ONCE ha decidido mover ficha con la creación de la Fundación ONCE Baja Visión (FOBV), una entidad que busca llenar ese vacío y ofrecer recursos a este colectivo.
“Se detectó que estas personas tenían dificultades reales en su día a día y no había nadie dándoles una solución”, explica Adonay Viera, gerente de la FOBV. “Si nadie lo hacía, ¿quién mejor que la ONCE?”.
El objetivo de la fundación es dar apoyo sin burocracia, ofrecer asesoramiento especializado y proporcionar herramientas adaptadas.
Un avance en la inclusión de personas con discapacidad visual
España ha dado un paso importante en la inclusión de personas con discapacidad visual con la creación de la primera fundación dedicada a la baja visión. Esta organización tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de más de 400.000 personas que padecen esta condición en el país.
A diferencia de otros proyectos, esta nueva fundación no tendrá una estructura física, sino que funcionará a través de una plataforma digital (fundaciononcebajavision.es). Desde ahí, cualquier persona podrá acceder a recursos, asesoramiento y programas de formación.
A diferencia de la ceguera total, este tipo de visión afecta la capacidad de ver con claridad, dificultando actividades diarias como leer, reconocer rostros o desplazarse de manera autónoma. Hasta ahora, este colectivo contaba con pocas ayudas específicas, por lo que la fundación busca brindar apoyo integral a quienes la padecen.
Servicios y recursos para mejorar la autonomía
La nueva fundación ofrecerá diversos servicios para ayudar a las personas con baja visión a desarrollar estrategias que les permitan ganar independencia. Entre las iniciativas más destacadas se encuentran:
- Rehabilitación visual personalizada: Programas de entrenamiento para maximizar el uso de la visión residual
- Acceso a ayudas ópticas y tecnológicas: Lentes especiales, dispositivos electrónicos y aplicaciones adaptadas
- Asesoramiento y apoyo psicológico: Espacios para acompañar emocionalmente a quienes enfrentan esta discapacidad
- Formación y sensibilización: Actividades para concienciar a la sociedad
Estos recursos permitirán que las personas afectadas tengan más herramientas para afrontar su día a día con mayor autonomía y confianza.
La importancia de reconocer la baja visión como discapacidad
Uno de los grandes desafíos que enfrentan las personas con baja visión es el desconocimiento de su condición. Muchas veces, su discapacidad no es reconocida oficialmente, lo que dificulta el acceso a ayudas y adaptaciones en el entorno.
Con la creación de esta fundación, se espera dar mayor visibilidad a esta problemática y trabajar en colaboración con instituciones públicas y privadas para lograr avances en accesibilidad e inclusión. La sensibilización sobre la baja visión es clave para garantizar que quienes la padecen reciban el apoyo necesario y puedan participar plenamente en la sociedad.
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