Varias ONGs han denunciado a varios barcos de recreo por su constante acoso hacia las ballenas en la costa de Xàbia y Dénia. El comportamiento de las embarcaciones pueden ser denunciables.
Islandia, uno de los tres últimos países que aún caza ballenas con fines comerciales, prevé poner fin a esta actividad a partir de 2024, ante una demanda en fuerte caída.