Madrid exalta la cara más ochentera de Bon Jovi

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08/07/2019 - 09:19
Bon Jovi Madrid

Lectura fácil

Bon Jovi regresaba ayer a Madrid con un "lifiting" solo en el aspecto formal para acabar triunfando como siempre con su cara más clásica.

Con sus filas renovadas frente a un repertorio panorámico de 35 años en los que han vendido más de 130 millones de álbumes, Bon Jovi ha ofrecido más de 2.800 conciertos en su gira.

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La nueva gira de Bon Jovi está midiendo mucho los tiempos entre conciertos para no apurar las fuerzas. La banda ha ofrecido una única cita en España ante el aforo completo del Wanda Metropolitano.

Junto a Jon Bon Jovi y los otros miembros fundadores, David Bryan (teclados) y Tico Torres (batería), se ha presentado una alineación inédita en España integrada por el bajista Hugh McDonald, el multiinstrumententista Everett Bradley, el coproductor y compositor John Shanks y el guitarrista Phil X.

"Nos hemos convertido en un nuevo y rejuvenecido grupo", prometía su líder en nota de prensa, una premisa que han intentado trasladar también al repertorio no con un repaso intenso de su último álbum, This House Is Not For Sale (2016), sino con un cribado de casi toda su discografía desde la publicación de Bon Jovi (1984), incluidos cortes de las menos exitosas últimas dos décadas.

Los Bon Jovi de 2019 tienen poco que ver con los que debutaron en 1984

Muy poco han tardado sin embargo en confiar en los grandes "hits" de los años 80 y primeros 90, pues tras el arranque con el corte que titula su último álbum, Bon Jovi ha encadenado "Raise your hands", "You Give Love a Bad Name" y "Born to Be My Baby", de sus celebrados "Slippery When Wet" (198) y "New Jersey" (1988), que una gira más se han convertido en un importante granero de canciones.

"¡Buenas noches, Madrid, es bueno estar de vuelta!", ha exclamado Jon Bon Jovi en español, para más júbilo de los asistentes que, como en anteriores conciertos en el Wanda Metropolitano, han sufrido una acústica borracha que hacía imposible no ya disfrutar de todo el empaque eléctrico y distinguir matices, sino las palabras que se cantaban.

Sin perder espíritu de júbilo en el ritmo del concierto se han plantado en el siglo XXI para interpretar temas tan recientes como "Rollercoaster" o "Lost highway", aunque sus seguidores les han demostrado con creces demandar mucho más aquellos temas "de hace 20 años, cuando llevaban el pelo largo", como "Runaway", cuya singular secuencia inicial al sintetizador ha irrumpido como un rayo.

Ahí parece radicar el bálsamo antienvejecimiento de esta banda, que mantiene la fuerza en cortes relativamente recientes como "Have a nice day", de 2005, pero que echa chispas a las cuerdas ante "hits" como "Keep The Faith", de 1992, que pese al tiempo transcurrido mantiene el tipo tan bien como Jon Bon Jovi, aún peinando canas a los 57 años de edad, no tanto como sus agudos.

El canto efervescente colectivo ha regresado con otras dos explosiones de nostalgia: "Blood on blood" y, justo después, "It's my life", su último gran éxito planetario ya en la bisagra del cambio de la pasada centuria, tras los que han introducido "Bless this mess", tercer y último corte extraído de This House Is Not For Sale.

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