Desde su creación en 2016, ProFuturo ha ido creciendo y hoy se implementa en casi 10.000 escuelas de 38 países, gracias a la formación de más de 450.000 docentes.
El cambio del entorno físico al virtual requiere adaptación por parte de los profesionales, y también los usuarios. Muchos servicios que antes se prestaban de forma presencial ahora se reciben en formato online.
La movilidad reducida, la situación de dependencia, la edad avanzada o la pobreza son factores que dificultan el acceso a dispositivos tecnológicos como ordenadores o tablets.
La brecha digital es uno de los grandes problemas de la educación en España durante el COVID-19. Hay que recordar que en nuestro país hay cien mil hogares que no tienen acceso a Internet.