La brecha salarial entre hombres y mujeres aumenta nuevamente tras siete años de progreso

La presencia femenina en puestos de dirección ha mejorado y recupera el nivel de 2022. El sector Servicios encabeza la lista del crecimiento de la presencia femenina con un 17,7 %, seguido de Sanidad y Servicios Asistenciales con un 16,81 %, y destaca la industria manufacturera, que ha experimentado un aumento superior al 7 % respecto al 2024. Los expertos consideran que las mujeres siguen encontrándose barreras a nivel empresarial que dificultan su crecimiento.

La brecha salarial entre hombres y mujeres aumenta nuevamente

Después de siete años de disminución, la brecha salarial entre hombres y mujeres en muchos países ha comenzado a aumentar de nuevo. Según un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), este retroceso se ha producido por diversos factores, entre los cuales se destacan los efectos de la pandemia, la crisis económica derivada de la situación global y las políticas laborales insuficientes en muchos sectores.

Si bien en años anteriores se habían logrado importantes avances hacia la igualdad salarial, las estadísticas actuales muestran que las mujeres continúan ganando, de promedio, entre un 12 % y un 20 % menos que sus compañeros hombres en trabajos similares, dependiendo del sector y la región.

Factores que explican el aumento de la brecha salarial

Existen varias razones detrás de este repunte en la brecha salarial de género. La pandemia de COVID-19 exacerbó las desigualdades preexistentes, ya que las mujeres fueron más afectadas por la crisis laboral y económica. Muchas trabajadoras se vieron forzadas a abandonar sus puestos de trabajo para asumir el cuidado de los hijos o familiares enfermos, y a menudo no pudieron recuperar sus empleos a tiempo completo o con salarios similares.

Además, la brecha salarial de género sigue siendo una realidad en muchos sectores. En industrias tradicionalmente dominadas por hombres, como la tecnología o las finanzas, las mujeres siguen teniendo menos oportunidades de acceder a cargos de liderazgo o recibir aumentos salariales. Esto se agrava por el hecho de que las mujeres continúan siendo más propensas a trabajar a tiempo parcial o en empleos precarios, que no ofrecen los mismos beneficios que los trabajos a tiempo completo.

Medidas para reducir esta desigualdad

Ante esta creciente disparidad salarial, las políticas públicas y las estrategias corporativas se vuelven esenciales para reducir la brecha salarial. A nivel gubernamental, la implementación de políticas de igualdad salarial se ha mostrado efectiva en varios países, donde se han introducido leyes que exigen a las empresas una mayor transparencia salarial y la obligatoriedad de auditar las diferencias salariales entre géneros.

Por otro lado, las empresas también tienen un papel crucial en este proceso. Fomentar la equidad de género, crear entornos laborales inclusivos y garantizar una igualdad real en los procesos de contratación y promoción pueden contribuir a reducir la brecha salarial. Además, es fundamental que las organizaciones apoyen el desarrollo profesional de las mujeres, promoviendo su acceso a posiciones de poder y liderazgo dentro de la empresa.