El café instantáneo podría afectar la vista: hallan relación genética en un estudio

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27/09/2025 - 11:00
Taza de café

Lectura fácil

El café instantáneo se ha consolidado en la rutina matutina de millones de personas en todo el mundo como un símbolo de comodidad y rapidez. En cuestión de segundos, ofrece la energía necesaria para arrancar el día. Sin embargo, un nuevo y sorprendente estudio científico ha puesto el foco en una conexión inesperada y preocupante: la preferencia genética por este tipo of café podría estar directamente relacionada con un mayor riesgo de padecer problemas de visión a largo plazo.

Este descubrimiento, publicado en una prestigiosa revista de oftalmología y genética, no busca demonizar una bebida de consumo masivo, sino abrir un fascinante debate sobre cómo nuestros genes pueden influir en nuestras preferencias alimentarias y, a su vez, cómo esa combinación puede tener consecuencias imprevistas para nuestra salud. Es un claro ejemplo de cómo la ciencia avanza hacia una comprensión más profunda de la interacción entre nuestra biología y nuestros hábitos.

La genética del gusto: por qué prefieres un café a otro

Para llegar a estas conclusiones, un equipo de investigadores analizó las muestras genéticas y los hábitos de consumo de miles de personas. Su objetivo era identificar variantes genéticas específicas que estuvieran estadísticamente asociadas a un mayor consumo de café instantáneo en comparación con el café de filtro o de cafetera espresso. Lo que encontraron fue una serie de marcadores genéticos que parecen predisponer a ciertas personas a preferir el sabor y las características del café soluble.

El siguiente paso fue cruzar estos datos con el historial médico de los participantes. Fue aquí donde saltó la alarma. El estudio reveló que las personas portadoras de estas mismas variantes genéticas, aquellas predispuestas a disfrutar más del café instantáneo, también presentaban una incidencia significativamente mayor de ciertas patologías visuales, especialmente aquellas relacionadas con el envejecimiento ocular.

¿Cuál es la conexión? De las acrilamidas a la salud de la retina

Es crucial subrayar que el estudio no demuestra una relación causal directa, es decir, no afirma que "beber café instantáneo causa ceguera". Lo que plantea es una hipótesis de correlación que abre una nueva e importante línea de investigación. Los expertos barajan varias posibles explicaciones biológicas para esta conexión.

El proceso de fabricación del café instantáneo, que implica altas temperaturas para secar y liofilizar el extracto de café, genera una mayor concentración de ciertos compuestos químicos que no están tan presentes en el café de grano recién molido. Uno de los más estudiados es la acrilamida, una sustancia que se forma en muchos alimentos al tostarlos o freírlos y que, en altas concentraciones, se ha relacionado con el estrés oxidativo en el cuerpo.

La hipótesis de los investigadores es que la retina, un tejido con una altísima actividad metabólica y muy sensible al daño oxidativo, podría ser especialmente vulnerable a estos compuestos. En una persona con una predisposición genética desfavorable, el consumo habitual y prolongado de estos subproductos del procesamiento industrial podría acelerar la degeneración de las células de la retina, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) o agravar otras patologías.

Implicaciones para la salud pública y la medicina personalizada

Estos hallazgos no implican que un consumo ocasional sea dañino, pero sí ponen el foco en la importancia de la moderación y la calidad de lo que consumimos. El estudio es un recordatorio de que no todos los alimentos que son "seguros" a nivel general tienen el mismo efecto en todas las personas.

La ciencia avanza a pasos agigantados hacia una medicina personalizada, y la nutrición no es una excepción. En un futuro no muy lejano, un simple análisis genético podría ofrecernos un "manual de instrucciones" personalizado sobre nuestra dieta. Podría decirnos, por ejemplo, que nuestro perfil genético nos hace más vulnerables a los efectos de la acrilamida y que, por tanto, deberíamos limitar el consumo de alimentos muy tostados o procesados, incluyendo el café instantáneo. Conocer nuestros genes nos permitirá ajustar nuestros hábitos de forma preventiva para minimizar riesgos.

Recomendaciones y el camino a seguir

A la luz de estas conclusiones preliminares, los especialistas en oftalmología y nutrición recomiendan una actitud de prudencia. Si tienes antecedentes familiares de enfermedades visuales (como la DMAE o el glaucoma) o si ya padeces algún problema ocular, podría ser sensato moderar el consumo de café instantáneo y optar por alternativas como el café de filtro, que tiene un perfil químico diferente.

Además, insisten en la importancia de una dieta rica en antioxidantes que protejan la salud de la retina. Nutrientes como la luteína y la zeaxantina (presentes en vegetales de hoja verde como las espinacas o la col rizada), las vitaminas C y E, y los ácidos grasos omega-3 son fundamentales para mantener una buena visión.

Este estudio es, en definitiva, un fascinante primer paso. Requiere más investigación para confirmar sus hallazgos, pero ya nos ha enseñado una lección valiosa: la estrecha e intrincada relación entre nuestros genes, lo que elegimos comer y beber cada día, y la salud de nuestros ojos.

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