Desde Sarria a Santiago: un Camino por la igualdad

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08/05/2025 - 14:30
Camino de Santiago inclusivo

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Un grupo muy especial ha comenzado su andadura en el Camino de Santiago. No lo hacen solos ni por turismo, sino empujados por un deseo profundo de superación, inclusión y compañerismo. Desde Sarria, en Lugo, han arrancado su peregrinación ocho personas con discapacidad acompañadas por más de treinta voluntarios.

Todos forman parte de la asociación “Zancadas sobre ruedas”, una entidad sin ánimo de lucro nacida para acercar la actividad física y la naturaleza a quienes encuentran más obstáculos en su día a día.

Una ruta de esfuerzo, ilusión y compañerismo hasta Santiago

Esta es la primera vez que la delegación alicantina de la asociación organiza una ruta hasta Santiago. El año pasado lo hicieron desde Cartagena, y el entusiasmo fue tal que, tras recibir nuevas solicitudes desde Alicante, se decidieron a repetir. “No ponemos límites. Si alguien nos llama desde cualquier parte de España, vamos”, afirma Antonio Luis Caparrós, uno de los voluntarios al frente de esta iniciativa.

El grupo ha llegado en autobús a Sarria, donde han sido recibidos por representantes del concello. Son 44 personas en total, de las cuales seis tienen movilidad reducida y dos son invidentes. El resto son voluntarios que empujan sillas, acompañan y dan apoyo durante las largas jornadas del Camino.

El recorrido no es sencillo. Requiere una preparación logística minuciosa, especialmente al tratarse de un grupo tan diverso. Aun así, Antonio asegura que la colaboración de alojamientos y entidades locales ha facilitado mucho las cosas. Aunque no siempre pueden dormir todos juntos, la mayoría de los albergues en el Camino Francés están adaptados y han respondido con generosidad.

La ruta se realiza en cinco etapas, con una media de 20 kilómetros diarios. La jornada más larga, entre Palas de Rei y Arzúa, alcanza los 33 kilómetros. El objetivo es llegar el viernes a la plaza del Obradoiro y participar en la tradicional misa del peregrino. Luego, antes de regresar a casa, visitarán Fisterra, para cumplir con la simbólica mirada al “fin del mundo”.

Una experiencia sin coste para los participantes

Tanto los usuarios como los voluntarios participan de forma gratuita en el Camino. Para lograrlo, han trabajado intensamente en la búsqueda de patrocinadores que cubran los aproximadamente 27.000 euros que cuesta toda la semana. “Ha sido un esfuerzo enorme, pero lo hemos conseguido gracias a empresas que han apostado por el proyecto. Su apoyo es impagable”, destaca Antonio.

Actualmente, la delegación alicantina de “Zancadas sobre ruedas” cuenta con un centenar de voluntarios que colaboran con unas veinte personas usuarias. Han participado en eventos como la media maratón de Elche o la de Santa Pola. Ahora, el Camino de Santiago representa un nuevo reto y también una oportunidad de convivencia única.

Motivación compartida en el Camino de Santiago

“La ilusión se respira en todo el grupo”, afirma Antonio. Pero menciona con especial cariño a Dani y Arturito, dos jóvenes que contagian su entusiasmo a todos. “No paran de preguntar cuándo nos vamos. Tienen una energía que nos supera”.

Mientras tanto, el Camino se llena estos días de miles de personas que, como ellos, buscan algo más que una meta física: una experiencia transformadora.

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