Así protege la ley a menores con discapacidad en campamentos de verano y actividades extraescolares

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23/06/2023 - 09:18
Un grupo de menores, en una excursión por el monte

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Los niños y niñas con discapacidad a menudo enfrentan dificultades para disfrutar de su tiempo libre al igual que sus pares. Cada verano, se repiten casos de discriminación en los que se les niega el acceso a actividades extraescolares y campamentos de verano en municipios de todo el país. Sin embargo, la legislación vigente protege sus derechos, y organizaciones como el Cermi animan a denunciar cualquier desigualdad e injusticia.

Más allá del impacto en el bolsillo de las familias y las posibilidades de conciliación, estos casos de discriminación pueden suponer un perjuicio directo en el menor

En España, hay más de 172.000 menores de 2 a 16 años con alguna discapacidad o limitación, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2020.

La Ley de Educación establece que uno de los principios del sistema educativo español es la equidad, garantizando la igualdad de oportunidades y actuando como elemento compensador de las desigualdades personales, culturales, económicas y sociales, prestando especial atención a aquellas derivadas de la discapacidad.

Además, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, ratificada por España en 2007, establece que los Estados deben tomar las medidas necesarias para asegurar que los menores con discapacidad tengan igual acceso a la participación en actividades lúdicas, recreativas, de esparcimiento y deportivas que los demás niños y niñas.

A pesar de estas garantías legales, la discriminación persiste.

Según un informe del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) y la Fundación ONCE de 2019, casi un tercio de los estudiantes con discapacidad (32,7 %) afirma sentirse aislado, rechazado o excluido por sus compañeros.

Frente a situaciones de desigualdad o discriminación en campamentos de verano y actividades extraescolares dirigidas a menores con discapacidad, el Cermi enfatiza que estos niños están protegidos por ley y tienen el derecho de participar en estas actividades sin sufrir discriminación.

Pilar Villarino, directora ejecutiva del Cermi, alienta a los padres y familias a estar atentos y denunciar posibles violaciones de derechos, ofreciendo asesoramiento y apoyo legal para defenderlos.

El aislamiento de los niños con discapacidad puede atribuirse a diversas razones

Por un lado, existen limitaciones físicas en el acceso a los espacios donde se llevan a cabo estas actividades. Por ejemplo, la falta de rampas de acceso puede dificultar la participación de niños con discapacidad motora.

Además, la falta de personal capacitado es otro obstáculo. No siempre hay monitores preparados para atender las diferentes discapacidades, y es crucial que quienes cuidan de los niños conozcan tanto la discapacidad en sí como las características específicas de cada niño. Es necesario adaptar las actividades y ofrecer un enfoque personalizado para cada menor.

José Paredes, trabajador social de la Asociación Niños con Amor en Andalucía, explica que integrar a varias personas con discapacidad en un campamento de verano sin monitores capacitados es complicado y puede afectar a los demás compañeros.

Existen casos concretos de discriminación que evidencian estas dificultades

Por ejemplo, en 2019, dos niños de Palma de Mallorca no pudieron asistir a un campamento de verano como solían hacer en años anteriores debido a la falta de personal capacitado. Solo pudieron acudir durante 15 días en lugar del mes completo.

Otro caso ocurrió en 2022, cuando a una madre le dijeron que no podían admitir a su hijo en un campamento de verano, a pesar de que había plazas disponibles en su grupo de edad.

Estos incidentes reflejan las barreras que enfrentan las familias y los menores con discapacidad.

Además de la repercusión en las familias y la conciliación familiar, estas situaciones de discriminación pueden tener un impacto negativo directo en los niños. Pueden experimentar emociones desagradables como sensación de desprecio o rechazo, lo cual afecta su estabilidad emocional y bienestar. También puede afectar su seguridad y autoestima, ya que pueden sentir que no encajan y que las actividades no están diseñadas para ellos. La discriminación les niega la oportunidad de desarrollarse plenamente con sus iguales, tanto aquellos con discapacidad como aquellos sin ella.

En conclusión, es fundamental trabajar hacia la inclusión de los menores con discapacidad en campamentos de verano y actividades extraescolares. Esto no solo beneficiaría a los niños con discapacidad, sino que también fomentaría la empatía y el respeto en todos los participantes. Es necesario garantizar que se cumpla la normativa existente y proporcionar los recursos y la formación adecuada para asegurar la participación plena e igualitaria de todos los niños en estas actividades.

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