El Real Patronato sobre Discapacidad alerta contra el capacitismo y pide un cambio social

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
25/09/2025 - 08:01
Capacitismo, el termino que discrimina a la discapacidad

Lectura fácil

El Real Patronato sobre Discapacidad es un organismo público que forma parte del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Su misión principal es garantizar que las personas con discapacidad tengan reconocidos y protegidos sus derechos, fomentando su plena inclusión en la sociedad en todos los ámbitos: educativo, laboral, cultural y social.

Desde esta entidad no solo se promueven políticas públicas inclusivas, sino que también se busca concienciar a la población sobre actitudes y prácticas discriminatorias que, en muchos casos, están tan normalizadas que pasan inadvertidas.

¿Qué es el capacitismo?

El Patronato define el capacitismo como una forma de discriminación que se ejerce contra las personas con discapacidad. Concretamente, lo describen como un proceso mental que valora la aceptación social de las personas según su capacidad funcional, considerando como “normal” un patrón concreto de funcionamiento.

De esta manera, el capacitismo coloca a quienes no cumplen con ese estándar como ciudadanos de menor valor, generando prejuicios, estigmas y barreras sociales que derivan en exclusión y opresión.

Uno de los puntos en los que el Real Patronato pone especial énfasis es el uso del lenguaje. Lamentan que en la actualidad sigan circulando insultos y expresiones como “autista”, “subnormal” o “enano”, que se utilizan de manera despectiva para ofender.

Estas palabras, recuerdan, forman parte de un lenguaje capacitista que no solo ofende, sino que perpetúa estereotipos y discrimina de forma directa a las personas con discapacidad. Por ello, hacen un llamado a la ciudadanía para erradicar este tipo de términos del habla cotidiana, ya que su uso contribuye a mantener la desigualdad.

Una discriminación con raíces históricas

Aunque el término “capacitismo” puede resultar novedoso para muchos, incluso para personas con discapacidad, la discriminación que describe no lo es en absoluto. Se trata de un fenómeno estructural que ha estado presente durante siglos en diferentes sociedades.

La visión dominante ha sido considerar la discapacidad como un defecto, algo negativo que debía corregirse o, en el peor de los casos, ocultarse. Afortunadamente, gracias al trabajo de movimientos sociales, colectivos de personas con discapacidad y académicos en todo el mundo, esta mentalidad ha ido cambiando de forma paulatina.

En las últimas décadas, se han producido progresos significativos en materia de inclusión. Normas legales, programas sociales y un creciente debate público han ayudado a reducir la discriminación hacia las personas con discapacidad.

Sin embargo, desde el Real Patronato insisten en que aún queda un largo camino por recorrer. El capacitismo no se manifiesta solo en insultos o expresiones ofensivas, sino también en actitudes más sutiles, en políticas públicas insuficientes y en la falta de accesibilidad en múltiples entornos.

La institución pide a la ciudadanía y a las organizaciones públicas y privadas un esfuerzo conjunto para “borrar el capacitismo” de la sociedad. Esto implica no solo eliminar las palabras ofensivas, sino también transformar la forma en la que se percibe la discapacidad: dejar de verla como un error o una anomalía y reconocerla como parte de la diversidad humana.

Aportaciones desde la Universidad de Málaga

La reflexión sobre el capacitismo también se extiende al ámbito académico. Desde la Universidad de Málaga, se señala que la sociedad “capacitista” establece como norma a las personas sin discapacidad, obligando a quienes sí la tienen a adaptarse a ese estándar o quedar fuera del sistema.

De acuerdo con los especialistas de esta universidad, los “capacitistas” tienden a considerar la discapacidad como un fallo, en lugar de entenderla como una manifestación más de la diversidad humana, comparable a otras diferencias como la etnia, el género, la orientación sexual o la raza.

Hacia una sociedad inclusiva

El reto, por tanto, no solo consiste en eliminar palabras ofensivas, sino en transformar la visión colectiva sobre lo que significa la discapacidad. Avanzar hacia una sociedad realmente inclusiva exige comprender que todas las personas, con independencia de sus capacidades, son valiosas y tienen derecho a participar plenamente en la vida social.

El Real Patronato sobre Discapacidad y entidades como la Universidad de Málaga recuerdan que el cambio no depende únicamente de leyes o instituciones, sino del compromiso de cada ciudadano para cuestionar actitudes, erradicar prejuicios y reconocer la diversidad como un valor fundamental.

Añadir nuevo comentario