A pesar de los esfuerzos de la industria alimentaria para combatir patógenos, la preocupación persiste por la contaminación de productos que sigue causando enfermedades entre los consumidores.
China está acumulando grandes cantidades de materias primas como oro, plata, cobre y petróleo como medida preventiva ante posibles conflictos internacionales que podrían afectar su economía.