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El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos ha presentado un proyecto normativo que plantea cambios significativos en la duración de ciertos visados. La iniciativa, publicada en el Registro Federal, abre un periodo de revisión pública de 30 días y podría modificar de manera directa la experiencia de estudiantes internacionales, periodistas y visitantes acogidos a programas de intercambio cultural.
Límites más estrictos para los visados F y J
Uno de los puntos centrales de esta propuesta afecta a los titulares de visa F (estudiantes) y visa J (programas de intercambio). El nuevo marco legal establece que, salvo excepciones, la estancia máxima será de cuatro años o el tiempo que dure el programa académico, si este es menor.
Para aquellos que deseen prolongar su estancia más allá de ese límite, será necesario presentar una solicitud de extensión, lo cual permitirá al Gobierno aplicar un seguimiento más estricto a los beneficiarios. El DHS justifica esta medida como un mecanismo para reforzar el control migratorio y garantizar que el uso de los visados se mantenga dentro de los fines previstos por la ley.
Reglas específicas para periodistas extranjeros
La propuesta regula también la situación de los profesionales de la comunicación que viajan con visados I. En este caso, la autorización inicial será de 240 días, aunque se podrá prorrogar siempre que el periodista mantenga la misma relación contractual con su medio de comunicación. El Gobierno aclara que estas extensiones garantizarán la continuidad del trabajo sin necesidad de interrumpir la actividad mientras se procesa la solicitud.
Una excepción notable se aplica a los trabajadores de medios procedentes de China, quienes únicamente podrán permanecer 90 días con cada autorización de entrada. Si bien podrán pedir prórrogas, estas estarán sujetas a condiciones más estrictas que las aplicadas a otros profesionales de la comunicación.
Cambios para estudiantes de posgrado y programas de idiomas
La normativa propuesta incorpora ajustes relevantes también para los visados de los estudiantes universitarios y de enseñanza de idiomas.
- Estudiantes de posgrado: una vez en el país con el visado correspondiente, no podrán cambiar de programa de estudios. Además, al finalizar su formación tendrán un plazo máximo de 30 días para abandonar Estados Unidos, frente a los 60 días que se permiten en la actualidad.
- Cursos de inglés: los programas destinados al aprendizaje del idioma inglés quedarán sujetos a un límite de 24 meses como tiempo máximo de permanencia.
Según el DHS, estas restricciones están pensadas para reducir los casos de personas que utilizan el visado con finalidades distintas a las académicas o formativas.
Impacto económico previsto
El plan normativo no solo afecta a los beneficiarios de los visados, sino también a las instituciones educativas, programas de intercambio y medios de comunicación. Según las estimaciones incluidas en el documento, los costos anuales derivados de la implementación de esta política oscilarán entre 390,3 y 392,4 millones de dólares durante la próxima década.
El cálculo contempla gastos tanto para entidades estadounidenses como para solicitantes internacionales, considerando que el control más estricto implicará procesos administrativos adicionales, revisión de formularios y tiempo dedicado al seguimiento migratorio.
Cabe recordar que una propuesta similar ya había surgido en 2020, durante el gobierno de Donald Trump, pero nunca se materializó debido al final de su mandato. Su sucesor, Joe Biden, tampoco continuó con aquella iniciativa.
Sin embargo, en las últimas semanas la Administración Trump, en el marco de su actual campaña y liderazgo, impulsó un proceso de revisión dirigido a más de 55 millones de titulares de visas activas con el objetivo de detectar irregularidades, lo cual podría derivar en revocaciones o incluso deportaciones. El nuevo planteamiento del DHS se inscribe en esta línea de búsqueda de mayor control migratorio.
Proceso de revisión y próximos pasos
La propuesta normativa abre ahora un periodo de consultas de 30 días, durante el cual ciudadanos, universidades, asociaciones de periodistas y otras entidades interesadas podrán enviar comentarios y sugerencias. Una vez finalizado este trámite, el DHS valorará posibles ajustes antes de que la norma de los nuevos visados avance hacia su implementación definitiva.
Aunque todavía se encuentra en una fase preliminar, la medida de los visados anticipa un cambio importante en la política migratoria estadounidense, limitando la flexibilidad que hasta el momento caracterizaba a los programas educativos y de intercambio cultural.
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