1.000 euros de pensión tras 64 años cotizando, ¿por qué ocurre?

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22/08/2019 - 14:30
pensiones

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Dolores Agra Rodríguez es conocida por ser la propietaria de Lencería Marta en La Coruña, aunque ahora la conocemos por ser la española que más años ha cotizado a la Seguridad Social. Sin embargo, su pensión no llegará ni a los 1.000 euros, y eso que cuando se jubile en febrero de 2020 tendría cotizados nada menos que 64 años, ya que comenzó su trayectoria laboral con solo 14 años y la finalizará con 78.

Trabajar más años de la cuenta no se premia en la pensión

«Me indigna. Siempre había querido viajar, pero con la paga que voy a recibir no me da. Aunque mucho peor está quien no le llega ni para comer o para cubrir las primeras necesidades… Eso sí, los políticos trabajan dos años y ya tienen la vida solucionada», comentaba Dolores en un programa de televisión en Cuatro.

Hace tres años que Dolores fue condecorada con la medalla al Mérito en el Trabajo. Esta le fue concedida cuando superó los 61 años de cotización y ahora cuelga ya el cartel «Liquidación por jubilación», en su tienda de lencería.

¿Es un sistema justo?

Al respecto, desde la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos-ATA, su vicepresidenta Celia Ferrero lamentaba que se produzcan casos tan sangrantes como el de Dolores. En este sentido, apunta a «un fallo de pedagogía dentro del colectivo autónomo de cómo funciona nuestro sistema de la Seguridad Social y el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos)».

Ferrero ha explicado, que «lo más importante es lo que se contribuye, no el tiempo». Y es que para estimar la pensión se tienen en cuenta lo cotizado durante los últimos 19 años de la vida laboral.

En España, la edad oficial de jubilación se sitúa en los 65 años y 8 meses si se ha cotizado menos de 36 años y nueve meses sino a los 65 años.

¿Ha cotizado lo suficiente Dolores en los últimos años?

«Las personas que tienen un negocio tienden a cotizar lo mínimo, porque no le informan de otras posibilidades», cuenta Celia Ferrero. En este sentido, reclama que al igual que sucede con los asalariados, «la administración pública se lo ponga fácil al autónomo, a la hora de hacer la previsión de su protección social: ahora mismo tiene que recurrir a un gestor».

Asimismo, la representante de ATA ha reconocido que «falta concienciación de que la Seguridad Social es un seguro, no un impuesto» y recordado la posibilidad de hacer aportaciones voluntarias. «En la última reforma de la Ley de Autónomos conseguimos que se permitiera el cambio de la base de cotización cuatro veces al año, por ejemplo», ha comentado. Además ha pedido que se permita hacer ingresos voluntarios al final de cada ejercicio, «ya que el autónomo tiene miedo a subir el porcentaje de su base de cotización por lo incierto de sus ingresos».

En resumen, Ferrero aconseja, a los autónomos que se asesoren siempre, ya que se trata al fin y al cabo de los ingresos que percibiremos durante la última etapa de nuestra vida.

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