La caída del coeficiente intelectual genera preocupación en la ciencia

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13/09/2025 - 18:00
Disminución del coeficiente intelectual

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Durante décadas, las puntuaciones de las pruebas de inteligencia crecieron de forma constante en todo el mundo, alimentando la idea de que la humanidad avanzaba mentalmente. Sin embargo, en los últimos años, estudios internacionales advierten de un fenómeno preocupante: el coeficiente intelectual promedio está descendiendo, y los expertos buscan respuestas en los cambios educativos, culturales y sociales que han marcado las últimas generaciones.

De la era del progreso mental al retroceso actual

Durante gran parte del siglo XX, los investigadores observaron un fenómeno que parecía prometedor: el conocido “Efecto Flynn”. Este concepto, bautizado así en honor al académico neozelandés James Flynn, describía el aumento sostenido del coeficiente intelectual en muchas poblaciones del mundo.

Entre las décadas de 1940 y 1970, la media global subía alrededor de tres puntos por década, lo que sugería un avance constante en las capacidades cognitivas humanas. Las posibles causas incluían mejoras en la educación, la nutrición, la salud pública y un entorno cultural más estimulante.

Sin embargo, a partir de mediados de los años setenta, las estadísticas comenzaron a contar una historia diferente. En lugar de seguir creciendo, el coeficiente empezó a descender en varios países, lo que despertó inquietud entre los científicos y educadores.

El cambio detectado en el coeficiente intelectual de Europa

Uno de los estudios más citados proviene de Noruega, donde investigadores analizaron datos de cientos de miles de jóvenes evaluados entre 1962 y 1991. Los resultados mostraron que quienes nacieron después de 1975 tenían un coeficiente intelectual promedio más bajo que las generaciones anteriores. Esta tendencia no era un caso aislado: Dinamarca, Reino Unido, Francia, Holanda y Finlandia reflejaban patrones similares.

El hallazgo fue aún más llamativo porque descartó explicaciones basadas en la genética. Incluso cuando se tomaba en cuenta la inteligencia de los padres, la disminución persistía. Esto apuntó a que el cambio no era heredado, sino fruto de factores ambientales y culturales.

Posibles razones del retroceso

Los especialistas han propuesto múltiples hipótesis para explicar la disminución del coeficiente intelectual. Una de las más comentadas se centra en las transformaciones del sistema educativo. La reducción del pensamiento crítico, la priorización de la memorización mecánica y cambios en los métodos de evaluación podrían estar limitando el desarrollo de habilidades que influyen directamente en los resultados de las pruebas cognitivas.

Otra explicación apunta a los hábitos de consumo de información. La lectura profunda y el análisis pausado han cedido terreno ante contenidos breves y fragmentados, que favorecen un pensamiento más rápido, pero menos analítico.

Este entorno podría influir en la manera en que las personas procesan y retienen información, afectando su desempeño en los exámenes que miden el coeficiente intelectual.

¿Realmente somos menos inteligentes?

No todos aceptan que este descenso signifique una caída real de las capacidades humanas. Algunos expertos sugieren que los test de inteligencia actuales no reflejan adecuadamente las competencias necesarias en el mundo moderno.

Asimismo, argumentan que la tecnología ha impulsado nuevas formas de razonamiento, colaboración y resolución de problemas, habilidades que no siempre son capturadas por las pruebas tradicionales de coeficiente intelectual.

Desde esta perspectiva, más que una pérdida de inteligencia, estaríamos asistiendo a una transformación en la manera de pensar. No obstante, la evidencia estadística sigue generando debate y mantiene viva la pregunta: ¿estamos ante un cambio de paradigma o frente a un retroceso preocupante?

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