¿Cómo prevenir y tratar los problemas de ciática?

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
16/02/2022 - 11:00
¿Cómo puedo aliviar los dolores de la ciática?

Lectura fácil

La ciática se ha convertido en un problema muy común entre la población. Se estima que el 80 % de la población pasará en algún momento de su vida por episodios de lumbalgia, pudiendo acabar en consecuencias tan graves como de la que te venimos a hablar.

¿Qué es la ciática y a quién afecta?

El nervio ciático, el más largo del organismo, comienza en la región lumbar y desciende por la parte superior de las piernas. Gracias a él se puede controlar tantos los músculos de atrás de la rodilla como los de la zona inferior de la pierna, aportando sensibilidad al muslo, a la pierna y al pie.

Cuando hablamos de ciática, un problema más allá del lumbago, nos referimos al dolor que irradia desde la región lumbar hasta el talón o el pie, y que va descendiendo por la parte superior o lateral del muslo. Este dolor suele provocarse debido a la lesión de las raíces nerviosas que salen de la columna lumbar por medio del nervio ciático o las órdenes para contraer el músculo. La Sociedad Española de Reumatología (SER) señala que si el dolor no supera la región de la rodilla no debería hablarse de ciática.

La ciática está relacionada con la lumbalgia de forma estrecha y suele ser muy frecuente en la población, llegando a causar dolores y molestias a quienes lo padecen. Suele darse sobre todo en el género masculino, pero también en mujeres embarazadas, personas con sobrepeso o aquellas que cargan peso habitualmente.

¿Cuáles son sus principales síntomas?

A diferencia del lumbago, la ciática no está causada por un esfuerzo puntual o una lesión aislada. Suele aparecer cuando el nervio sufre una inflamación o comprensión. Algunos síntomas son:

  • Dolor punzante que aparece de forma brusca o gradual.
  • Un dolor que desciende por la parte posterior o lateral del muslo hasta la parte inferior de la pierna y pie.
  • El dolor puede ir acompañado de una sensación de quemazón, hormigueo, adormecimiento o debilidad.
  • En algunos casos, el dolor es tan intenso que dificulta la movilidad.
  • El dolor empeora al inclinarte, toser, sentarte o incluso estornudar.

A pesar de que en muchas ocasiones no existe una causa clara, la ciática puede originarse a partir de: una ruptura o desgaste de los discos intervertebrales, una hernia discal, estenosis medular, lesión o fractura pélvica, síndrome piriforme u otro tipo de tumores.

Consejos para prevenir la ciática

Seleccionar una serie de hábitos sanos nos pueden ayudar a prevenir la lumbociática y a reducir el dolor, en caso de que se presente:

  1. Cuida tu postura: si tienes que estar de pie, distribuye el peso de manera uniforme y, si es posible, apoya uno de tus pies sobre un escalón u objeto elevado. Cuando te sientes, hazlo con la espalda recta y bien apoyada sobre el respaldo con los pies en el suelo.
  2. Procura dormir en un colchón duro y de lado, con una almohada entre las piernas para reducir la presión en la espada. Cuando te levantes, hazlo lentamente.
  3. Piensa en tu espalda cuando camines: hazlo con la espalda erguida y la cabeza levantada, echando los hombros hacia atrás.
  4. Realiza las labores domésticas con precaución.
  5. Dobla las rodillas cuando levantes peso y no inclines la espalda, evita los movimientos bruscos.
  6. Mientras conduzcas, ten en cuenta a tu espalda: acerca el asiento lo necesario para que tus pies alcancen los pedales sin esfuerzo.
  7. Practica deporte a diario y mantén una dieta sana.
  8. Alivia las zonas delicadas con calor o frío, los masajes también son recomendables en muchos casos.
  9. Utiliza técnicas de relajación para prevenir el estrés y evitar tensión en los músculos de la espalda.
  10. Consulta a tu médico: podrá recetarte antiinflamatorios o analgésicos para aliviar el dolor.

Añadir nuevo comentario