La contaminación plástica en océanos y ríos se ha convertido en una crisis ambiental global. Frente a este reto, se están desplegando tecnologías capaces de localizar, recoger y realizar limpieza de plásticos en superficie.
Las emisiones CO2 mundiales procedentes de la quema de combustibles fósiles -petróleo, gas y carbón- alcanzarán este año un nuevo máximo histórico al llegar al récord de 38.100 millones de toneladas, un 1,1 % más que en 2024.
Entre 2022 y 2023, algunas marcas de ropa generaron 17,7 millones de toneladas de CO2. Nike y Adidas también contribuyen, pero la mayor emisión proviene de SHEIN.
Los océanos reciben millones de residuos fluviales; Ecoalf y Sika actúan limpiando ríos. Voluntarios retiran basura y fomentan conciencia ambiental, demostrando que la colaboración mejora ecosistemas y reduce contaminación.
Tirar toallitas al inodoro provoca importantes problemas en las redes de saneamiento, ya que no se descomponen rápidamente y generan atascos en tuberías y depuradoras, aumentando los costes de mantenimiento y reparación.