La nueva normativa Euro 7 se está convirtiendo en una larga agonía para los motores de carburante, en un tira y afloja entre gobiernos, Comisión Europea e industria.
Desde la ONG ecologista Greenpeace alertan de que las grandes petroleras de la UE no reducen sus emisiones contaminantes, poniendo en peligro la vida de todo el planeta.