La calefacción sumada al fenómeno de la inversión da lugar a que las emisiones de CO2 generadas por las reacciones y el uso de este aparato disparen los niveles de contaminación.
Los datos muestran que la caída del carbón todavía no es la 'nueva normalidad', lo que significa que limitar el calentamiento global a 1,5ºC respecto a la era preindustrial, un objetivo recogido en el Acuerdo de París, parece extremadamente difícil.