No es recomendable remover las costras de las heridas, advierten los expertos médicos

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
22/05/2023 - 13:45
Es importante no quitarse las costras

Lectura fácil

Es muy probable que este artículo te sea familiar. Muchas personas tienen la manía de quitarse las costras de las heridas y no esperar a que se caigan por sí mismas, lo que puede ser perjudicial para nuestra piel y dejar alguna que otra marca. Asimismo, los expertos nos recomiendan que, por mucho que nos “guste” hacerlo, es muy peligroso. A continuación, te contamos todos los detalles.

Arrancarse las costras de las heridas es ya un acto habitual

Las personas contamos con bastantes manías, por ejemplo, morderse las uñas o quitarnos las costras de nuestras heridas. Esto último se ha convertido en un acto muy vicioso en cierta gente y, lo que en realidad desconocen es que puede ser perjudicial para su salud. Así lo afirma la experta Teresa Arnandis, doctora en Bioquímica y Biomedicina, así como licenciada en Farmacia en Óptica y Optometría y divulgadora científica.

Los expertos en salud de Infosalus han concretado una entrevista con la doctora para conocer todos los efectos y consecuencias que tiene para nuestra salud el hecho de quitarse las costras de las heridas y el por qué no hacerlo.

Según afirma Arnandis, tras los primeros días de hacernos una herida, o tras una intervención quirúrgica, surge una lesión roja o inflamada, un síntoma bastante común cuanto el sistema inmunitario de la persona está en funcionamiento, lo que hace que las heridas se mantengan protegidas de las infecciones.

¿Por qué no podemos remover esa costra?

La experta señala que “no debemos remover esa costra que surge en estas situaciones porque, precisamente, debajo de ellas existe un proceso de regeneración cutánea y de crecimiento cutáneo que, si lo arrancamos, lo interrumpimos”.

Tal y como ha señalado, mientras el cuerpo está realizando ese proceso de curación de la herida, crea una especia de película de color rojizo-marronáceo con el objetivo de protegerla de esas posibles infecciones.

Es por ello por lo que, si decidimos quitarnos esas costras y arrancarlas, la consecuencia principal será la falta de curación de esa zona de una manera idónea.

Ante esto, Armandis insiste en la necesidad de dejar crecer ese “caparazón protector” para que el tejido de debajo se pueda reconstruir y crear vasos sanguíneos que sirvan como protección para sellar y reparar los tejidos dañados.

Aceite de argán o rosa mosqueta para tratar las heridas

Una vez finalizado el proceso de curación, las costras se secan y se desprenden, dejando la piel reparada, aunque a menudo con una cicatriz. Se sugiere masajear la cicatriz con aceite de argán o de rosa mosqueta. Esto se debe a que la cicatriz tiene un aspecto diferente al de la piel normal y carece de elasticidad debido a la presencia de colágeno.

El masaje con aceite ayuda a que el colágeno de la cicatriz se mezcle con la elastina de la piel circundante, reduciendo así su apariencia fibrosa y mejorando su flexibilidad y textura.

Ahora que ya sabes qué no hacer antes las costras, comienza a escuchar a tu cuerpo y también a tu piel. Será una decisión que, a largo plazo, tendrá sus recompensas.

Añadir nuevo comentario