El verano de 2024 ha visto un aumento de casos de COVID-19 por la variante KP.3. La incidencia es de 162 casos por cada 100.000 habitantes, pero la transmisión sigue siendo baja.
Un estudio del Instituto de Medición y Evaluación de la Salud (IHME) reveló que la esperanza de vida global ha aumentado en 6,2 años desde 1990, aunque se ha estancado durante la pandemia.
Desde hace ya varios años, la OMS trabaja con la posibilidad de que una enfermedad desconocida provoque una pandemia grave, con el objetivo de que los sistemas de respuesta sanitaria se preparen ante cualquier brote.
La OMS informa un alarmante aumento del 42 % en hospitalizaciones y 62 % en ingresos en UCI por COVID-19 en diciembre, especialmente en Europa y América.