El presente nos exige acción: la crisis climática ya está aquí

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29/05/2025 - 13:00
La crisis climática no necesita que le echemos más leña al fuego

Lectura fácil

Lejos de ser una amenaza lejana, la crisis climática se manifiesta hoy con toda su crudeza. Así lo confirma el informe Riesgos de Desastres Interconectados 2025: Una nueva página, presentado por el Instituto para el Medio Ambiente y la Seguridad Humana de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU-EHS). El documento advierte que los patrones actuales de producción, consumo y relación con la naturaleza conducen directamente hacia una catástrofe socioambiental, si no se producen transformaciones estructurales urgentes.

A pesar de décadas de advertencias desde la comunidad científica, el uso de combustibles fósiles no sólo no disminuye, sino que continúa rompiendo récords de consumo. Esta dependencia energética, sumada al crecimiento exponencial de los residuos, revela una peligrosa inercia que amenaza tanto al medio ambiente como a la estabilidad de las sociedades humanas.

Más residuos, menos recursos: el modelo actual es insostenible y la crisis climática se ceba con ello

Uno de los datos más alarmantes que presenta el informe de la crisis climática es la generación de residuos domésticos: actualmente se superan los 2.000 millones de toneladas al año, y se prevé que esta cifra se duplique para 2025. Shen Xiaomeng, directora de UNU-EHS, resume la paradoja: “Sabemos que el cambio climático está empeorando, pero el consumo de combustibles fósiles sigue batiendo récords. Ya tenemos una crisis de residuos”.

La solución no pasa sólo por reciclar más, sino por cambiar radicalmente el concepto de residuo. El informe aboga por una economía circular que reduzca la extracción de materias primas, priorice la reutilización, y promueva el reciclaje eficiente. El caso del aluminio es ilustrativo: reciclarlo consume hasta un 95 % menos de energía que producirlo desde materiales vírgenes.

Restaurar ecosistemas para reconectar con la naturaleza

Otro eje central del informe de la actual crisis climática es la necesidad de reconciliar nuestras actividades con los procesos naturales. La restauración de ecosistemas degradados es fundamental para recuperar funciones esenciales como la regulación climática, la fertilidad del suelo y la disponibilidad de agua. En este sentido, Europa planea restaurar 25.000 kilómetros de ríos antes del año 2030 para devolverles su cauce libre.

La degradación ambiental que causa la crisis climática también se traduce en pérdida de biodiversidad. La ONU calcula que un millón de especies están en peligro de extinción. Este declive impacta directamente en la seguridad alimentaria, la disponibilidad de recursos hídricos y la salud humana.

Justicia climática, una responsabilidad desigual

El informe destaca que la crisis climática no afecta a todos por igual. Las comunidades más pobres, que apenas generan el 12% de las emisiones de gases de efecto invernadero, son las más vulnerables a sus consecuencias. En cambio, los sectores más ricos del planeta son responsables de la mayor parte de la contaminación global.

Por eso, el documento llama a asumir un enfoque de equidad climática, que contemple tanto las desigualdades entre regiones y clases sociales como entre generaciones. Las decisiones que se tomen hoy deben tener en cuenta su impacto sobre el futuro, exigiendo una mirada intergeneracional responsable.

Redefinir el valor hacia una economía del bienestar

Finalmente, el informe plantea un cambio profundo en los valores que sustentan la economía actual. Hoy, muchas veces se considera más rentable destruir la naturaleza que protegerla: en varios países, las tierras deforestadas tienen un valor económico hasta 7,5 veces mayor que los bosques vírgenes. Esta lógica cortoplacista atenta contra la sostenibilidad planetaria.

La Universidad de la ONU llama a construir una nueva narrativa basada en la resiliencia, la justicia social y la sostenibilidad. Es necesario “pasar página” y comenzar un nuevo capítulo centrado en el bienestar colectivo. Como recuerda Xiaomeng, “los científicos llevan años avisando sobre la crisis climática: aún estamos a tiempo, pero el margen de acción se reduce rápidamente”.

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