Los errores más comunes empleados para curar algunos males

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26/08/2019 - 13:00
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Lectura fácil

En algún momento de nuestra vida, hemos padecido alguna herida, picadura o algún mal que nos han tenido que curar con remedios caseros, que se pensaban que eran los mejores y más eficientes para tratar esas dolencias.

Esos consejos, que son antiguos y nada documentados, para curar esos males menores, pueden acabar afectando de manera seria nuestra salud.

Es por ello que deberíamos ser más conscientes, de algunos de esos males necesitan ser tratados de otra forma o precisan de atención especializada para que no vayan a más.

Algunas las dolencias más comunes que nos hemos tenido que curar con consejos anticuados son las picaduras, heridas leves, etc

Barro para las picaduras

No sirve de nada curar aplicando barro en una picadura. Se debe de lavar la zona afectada con agua y jabón, aplicar frío, siempre protegiendo la zona si se trata de hielo, para reducir la inflamación y el picor. Posteriormente, utilizar los productos adecuados para picaduras de insectos y vigilar que no se extienda, ya que es un síntoma de reacción alérgica.

No curar las quemaduras con miel o pasta de dientes

No dan resultado alguno. Ya que la quemadura crece hacia fuera y hacia adentro, lo recomendado es sumergir la zona afectada durante 15 o 20 minutos en agua fría. Se reduce la inflamación, se alivia el dolor y se expulsa el calor residual de la quemadura.

Nunca reventar las ampollas, se debe proteger la herida con gasas humedecidas y un vendaje no compresivo. En caso de no darse las ampollas y no afecta a lugares sensibles (rostro, cuello o genitales), se puede recurrir a pomadas específicas. En otros casos, hay que acudir a un médico.

El alcohol no desinfecta las heridas

Somos muchos los que empleamos el alcohol como desinfectante para curar heridas, pero para sorpresa de todos, no desinfecta. Este material es mejor para desinfectar material o lavarnos las manos en caso de no tener agua o jabón. Cuando se usa alcohol sobre una herida, el escozor no significa que se esté curando, sino que los bordes de la herida están quemándose.

La cristalmina, que tiene como principio activo el digluconato de clorhexidina, y que es un antiséptico indicado para heridas y quemaduras leves, es la mejor opción en este caso.

La posición correcta de la cabeza para cortar la hemorragia nasal

Cometemos el error poner la cabeza hacia atrás cuando sangra la nariz, lo que resulta un peligro, pues al inhalar sangre podemos obstruir las vías respiratorias.

Debemos tener paciencia y esperar a que la sangre coagule, durante 5 y 10 minutos. Para cortar el flujo hay que comprimir la zona que sangra y echar la cabeza hacia delante.

Con una gasa y un poco de agua oxigenada podemos taponar el orificio nasal, dejando siempre la punta de la gasa visible para que se pueda sacar fácilmente. Si el que sufre la hemorragia es un paciente que está tomando anticoagulantes (como el famoso Sintrom), la hemorragia durará más y tendrá que acudir al hospital.

La importancia de las intoxicaciones alimentarias

No se recomieda usar antidiarreicos o productos eméticos (que provocan el vómito). Lo importante es no minusvalorar la salmonelosis. Lo mejor, tomar una bebida isotónica y acudir al médico.

Los cortes de digestión no suceden como nos lo contaban

Los cortes de digestión se producen cuando hay un cambio de temperatura que hace que la sangre se mueva bruscamente al interior del organismo para calentarlo.

Al disminuir el fluido que llega al cerebro, podemos marearnos e incluso vomitar. De manera más infrecuente, se puede sufrir una parada cardíaca que, de producirse en el agua, puede acabar en ahogamiento.

La relación con la digestión está en que este proceso produce calor. En todo caso, lo recomendable es evitar comidas copiosas y bañarse poco a poco.

Palmadas con un atragantamiento

Dar golpes en la espalda no sirve de nada. Lo mejor es que la persona tosa, porque con el reflejo de la tos, el cuerpo extraño suele salir. Pero si la persona no puede toser, hay que mantener la calma y ejecutar la maniobra de Heimlich.

Para curar el atrangantamiento hay que inclinar hacia adelante a la persona afectada. Luego hay que alternar cinco golpes entre los omoplatos, en la espalda, y cinco compresiones abdominales.

Para realizar la maniobra de Heimlich se rodea a la víctima con los brazos y se coloca el puño de una mano con el pulgar hacia dentro, entre ombligo y esternón. Después, con la otra mano se agarra la muñeca y se comprime a la víctima bruscamente, hacia arriba, intercalando si se puede golpes en la espalda.

No hay que consumir azúcar para curar un golpe de calor

Proporcionar bebidas azucaradas, duchas frías o situarse debajo del aire acondicionado está totalmente desaconsejado, y es que en los segundos casos el paciente puede sufrir un shock térmico.

Lo que hay que hacer es quitarle la ropa y poner compresas frías con agua bajo las axilas, en la frente, la nuca y en las ingles. Si está consciente, darle agua, y que se beban en pequeños sorbos, o una bebida isotónica, comprada o casera (con agua, sal, bicarbonato y limón).

Se debe prestar atención a la temperatura, midiéndola, ya que, debajo de 39º, es insolación, por encima, golpe de calor. Si el cuerpo llega a 42 o 43º, se corre peligro de muerte.

Tenemos que investigar un poquito más, y dejar de utilizar esos remedios caseros para ciertos dolores, que pueden acabar afectando seriamente nuestra salud.

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