El auge del turismo natural choca con unos paisajes dañados por incendios y el calentamiento global

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24/06/2025 - 18:00
Turismo natural y ecosistemas naturales

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Los espacios naturales atraen cada vez a más turistas en busca de tranquilidad y conexión con el entorno. Sin embargo, el aumento de visitas en época estival coincide con un riesgo creciente de incendios forestales, fruto del cambio climático y de un uso poco responsable del territorio.

Turismo en los espacios naturales: una oportunidad con riesgos

En los últimos años, el turismo vinculado a los espacios naturales ha ganado fuerza en España. Muchos viajeros buscan experiencias que les permitan alejarse del entorno urbano y conectar con el medio ambiente.

Algunas actividades como el senderismo, la observación de aves o las rutas interpretativas han transformado los espacios forestales en destinos codiciados por su belleza y tranquilidad. Esta tendencia ha favorecido la economía de numerosas zonas rurales, que encuentran en el ecoturismo una forma de desarrollo compatible con la conservación.

Sin embargo, la creciente afluencia de visitantes también plantea nuevos desafíos. Muchos de los entornos naturales que reciben turistas durante el verano están sometidos a una gran presión ambiental. El cambio climático, las olas de calor y la falta de gestión adecuada han hecho que numerosos bosques se encuentren en un estado frágil y vulnerable.

Bosques en tensión, visitantes desprevenidos

El verano de 2025 comenzó con temperaturas anómalamente altas en toda la Península. Aunque algunas lluvias de primavera trajeron alivio momentáneo, no fue suficiente para compensar los efectos acumulados de años de sequía y temperaturas extremas. A pesar de estas condiciones, los espacios naturales se llenan de visitantes en busca de aire puro y paisajes verdes.

El problema surge cuando esos turistas no son conscientes del estado real de los ecosistemas que visitan. Muchos ignoran las señales de advertencia, subestiman el riesgo de incendio o actúan de forma imprudente. Desde tirar una colilla hasta encender una barbacoa, pequeños gestos pueden tener consecuencias catastróficas. El uso recreativo del monte, en muchos casos, no va acompañado de una comprensión de su fragilidad.

Aunque el ecoturismo se promueve como una actividad sostenible, puede convertirse en un factor de riesgo si no se gestiona adecuadamente. El desconocimiento del entorno, la pérdida del vínculo con el territorio y una cultura basada en el consumo desmedido contribuyen a un uso irresponsable del medio natural. Muchos turistas ven el bosque como un escenario para el ocio, sin reconocer los servicios ecosistémicos que proporciona ni los peligros que puede entrañar.

Por ello, es fundamental reforzar la educación ambiental y promover una cultura del riesgo. La prevención debe ser una parte esencial del turismo de naturaleza. Saber cómo actuar ante un incendio, evitar comportamientos peligrosos y respetar las indicaciones de las autoridades son medidas básicas que pueden salvar vidas y preservar el entorno.

Prepararse es también cuidar

Algunos espacios como el Camino de Santiago, los parques naturales o los montes cercanos a núcleos urbanos requieren un compromiso conjunto entre administraciones, empresas turísticas y visitantes. En épocas de riesgo extremo, deben establecerse restricciones temporales de acceso, campañas informativas y medidas de vigilancia. Al mismo tiempo, los turistas deben asumir su papel como cuidadores del paisaje.

En general, estar preparado para un posible incendio no es alarmismo, es responsabilidad. Por ello, conocer el terreno y los espacios, actuar con prudencia y estar atentos a los avisos oficiales es tan importante como disfrutar del paseo. La naturaleza nos ofrece experiencias únicas, pero también exige respeto y cuidado.

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