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España se encuentra ante un panorama alentador en la salud de sus jóvenes. Los resultados de la última Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (Estudes 2025), presentada este miércoles en Madrid, revelan un descenso histórico en el consumo de tabaco, alcohol y cannabis entre estudiantes de 14 a 18 años. Este informe, impulsado por el Plan Nacional sobre Drogas, no solo muestra una disminución en la prevalencia de sustancias psicoactivas, sino también una menor incidencia de prácticas de riesgo asociadas al alcohol, como las borracheras o el 'binge drinking' (consumo en atracón).
Durante la presentación del estudio, la ministra de Sanidad, Mónica García, expresó su optimismo. Destacó que Estudes 2025, que se realiza desde 1994, es "una herramienta valiosa para conocer los hábitos, percepciones y comportamientos de nuestros jóvenes" y que "los resultados de esta edición nos permiten lanzar un mensaje de optimismo, ya que los jóvenes españoles tienen los hábitos de salud más saludables de los últimos 25 años. De hecho, las nuevas generaciones están cambiando y se cuidan más”.
El descenso imparable del consumo de tabaco y otras sustancias
La tendencia a la baja observada en esta edición no es casual. La delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Xisca Sureda, señaló que esta disminución ya se vislumbraba en encuestas anteriores y “coincide con otras encuestas europeas”. Atribuyó el éxito a las "políticas de prevención de estos años, así como al cambio de conciencia y la percepción de riesgo de los jóvenes”.
El informe, que contó con la participación de más de 35.000 estudiantes de 836 centros educativos, subraya un descenso generalizado. La prevalencia del consumo en los últimos 12 meses se reduce en 2,6 puntos para el alcohol, 6,5 puntos para el consumo de tabaco y 6,3 puntos para el cannabis. Incluso, se registra el primer descenso en el uso de hipnosedantes desde el año 2014.
El alcohol, aunque sigue siendo la sustancia más consumida, registra una caída: el 73,9 % de los alumnos declara haberlo consumido alguna vez en la vida (frente al 75,9 % en 2023). Las prácticas de riesgo también caen a mínimos históricos desde el año 2000: el 17,2 % se ha emborrachado en el último mes (frente al 20,8 % en 2023) y el 24,7 % ha practicado 'binge drinking' (frente al 27,8 %).
El mínimo histórico en el consumo de tabaco convencional
Uno de los datos más destacados de Estudes 2025 es el descenso récord en el consumo de tabaco. La encuesta muestra los niveles más bajos de toda la serie histórica: solo el 27,3 % del alumnado ha fumado alguna vez en la vida (frente al 33,4 % en 2023). La prevalencia del tabaquismo en los últimos 30 días se sitúa en el 15,5 % (frente al 21,0 % en 2023).
Más revelador aún es que la práctica de fumar diariamente en el último mes se reduce al 4,3 %, una disminución de 3,2 puntos porcentuales respecto al 7,5 % de 2023. La edad media de inicio en el consumo de tabaco se mantiene en 14,1 años. Además, casi la mitad de los fumadores (46,4 %) ha intentado dejar el hábito en el último año, un indicador claro del aumento de la percepción de riesgo y del cambio de actitud de los jóvenes hacia el tabaquismo.
En cuanto al cannabis, que es la sustancia ilegal con mayor prevalencia, también refleja un descenso significativo: el 21,0 % lo ha consumido alguna vez en la vida (frente al 26,9% en 2023). La edad media de inicio se sitúa en 14,8 años, marcando el nivel más bajo registrado en la serie histórica para esta sustancia.
El reto de los cigarrillos electrónicos
A pesar de los históricos descensos, el informe señala un nuevo frente: el uso de cigarrillos electrónicos. Aunque su uso ha registrado una caída significativa por primera vez (el 49,5 % declara haberlos utilizado alguna vez en la vida, frente al 54,6 % en 2023), su prevalencia sigue siendo elevada. Este dato se convierte en un punto clave para futuras políticas de prevención.
La buena noticia paralela es el notable aumento en la percepción de riesgo: el 57,3 % de los estudiantes considera que el consumo esporádico de cigarrillos electrónicos puede tener consecuencias negativas para la salud, un incremento de 18,5 puntos respecto al año anterior. En general, la percepción de riesgo ante el consumo de tabaco diario alcanza el 93,3 %.
Finalmente, también desciende el consumo de otras sustancias como los alucinógenos, las anfetaminas, la cocaína, la heroína, el MDMA y los inhalables volátiles, aunque su prevalencia es significativamente inferior a las principales sustancias. El éxito de estos datos radica en la evidencia de que las políticas de prevención y el cambio cultural están funcionando, y la juventud española se inclina por un estilo de vida más saludable y consciente.
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