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Hay medicinas que no se encuentran en las farmacias, terapias que no se aplican en los quirófanos, pero cuyo poder curativo es inmenso. Se basan en la ilusión, la alegría y la esperanza. De esta convicción nació, hace ya 25 años, la Fundación Pequeño Deseo. Desde el año 2000, esta entidad se ha dedicado a una misión tan sencilla en su formulación como profunda en su impacto: hacer realidad los sueños de niños y niñas que padecen enfermedades graves o crónicas.
Lo que comenzó como una iniciativa pionera se ha convertido en un pilar fundamental del apoyo psico-oncológico en España. En este cuarto de siglo, la Fundación Pequeño Deseo ha tejido una red de sonrisas que se extiende por todo el país, cumpliendo más de 6.000 deseos. Pero detrás de cada cifra hay una historia única, un momento de magia que rompe la dura rutina de hospitales, tratamientos y miedo. Ya sea el sueño de conocer a un deportista de élite, de convertirse en sirena por un día o de tener una habitación decorada como una nave espacial, cada deseo es una inyección de energía vital que, como demuestran los expertos, tiene un impacto directo en el bienestar del paciente.
La "psiconeuroinmunología", cuando la alegría ayuda a sanar
El trabajo de la Fundación Pequeño Deseo se sustenta en una base científica sólida: el campo de la psiconeuroinmunología. Esta disciplina estudia la conexión entre nuestro estado emocional y el funcionamiento de nuestro sistema inmunitario. Está demostrado que emociones positivas como la alegría, la ilusión o la esperanza pueden generar una respuesta fisiológica en el cuerpo, contribuyendo a que el paciente afronte mejor su enfermedad y responda de forma más positiva a los tratamientos.
"Un niño enfermo es, ante todo, un niño. Y su principal trabajo es jugar y soñar", explican desde la Fundación Pequeño Deseo . Cuando una enfermedad grave irrumpe en la infancia, arrebata esa normalidad. La rutina se llena de batas blancas, agujas y palabras que no se entienden. El objetivo de cumplir un deseo es, precisamente, romper esa espiral de angustia y devolver al niño al terreno que le es propio: el de la fantasía y la ilusión.
El proceso de preparación del deseo —la espera, la expectación— genera en el niño un estado de ánimo positivo que le da fuerzas para seguir luchando. Y el día en que su sueño se hace realidad, el impacto es inmenso, no solo para él, sino para toda su familia. Para unos padres que viven sumidos en la preocupación, ver a su hijo reír a carcajadas es un respiro emocional de un valor incalculable.
Un trabajo en red: la colaboración con el personal sanitario
El éxito y el rigor del trabajo de la Fundación Pequeño Deseo no serían posibles sin su estrecha colaboración con la comunidad médica. La fundación trabaja mano a mano con los equipos de pediatría, oncología y psicología de los principales hospitales de España.
Son los propios médicos y el personal de enfermería quienes, al conocer la situación clínica y emocional de cada niño, identifican a los posibles candidatos y remiten los casos a la fundación. Este filtro profesional es crucial. Garantiza que el deseo se planifica de forma totalmente segura, sin interferir en el tratamiento médico y adaptándose a las capacidades y al estado de salud del niño. Este trabajo en red asegura que la "medicina de la ilusión" se integre como una parte más del cuidado integral del paciente.
¿Cómo puedes formar parte de la magia?
La labor de la Fundación Pequeño Deseo se sostiene íntegramente gracias a la generosidad de la sociedad. Al ser una entidad sin ánimo de lucro, cada deseo cumplido depende de las aportaciones de particulares, empresas e instituciones. Existen múltiples formas de colaborar y convertirse en un "cómplice" de este proyecto:
- Hacerse socio o realizar una donación puntual: Cualquier aportación económica, por pequeña que sea, suma para hacer realidad el próximo sueño.
- Apadrinar un deseo: Las empresas o los grupos pueden financiar el coste íntegro de un deseo concreto, estableciendo un vínculo directo y muy especial con la causa.
- Voluntariado: La fundación cuenta con una red de voluntarios que ayudan en la organización de los deseos o en la celebración de eventos para recaudar fondos.
- Eventos solidarios: Organizar una carrera, un mercadillo o un concierto a beneficio de la fundación es una forma fantástica de implicar a tu comunidad.
En este 25º aniversario, la Fundación Pequeño Deseo no solo celebra las miles de sonrisas que ha provocado, sino que lanza una llamada a la acción para seguir creciendo. Porque, como ellos mismos demuestran cada día, en la dura batalla contra una enfermedad grave, a veces, la mejor medicina es cumplir un sueño.
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