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San José, 25 sep (EFE).- El Gobierno y los sindicatos de Costa Rica continuarán hoy dialogando en busca de una solución a la huelga contra un proyecto de reforma tributaria que cumple 16 días, pese a no haber avanzado un ápice en las cinco sesiones de conversación previas.
Las partes llevaron a cabo el lunes la quinta sesión de diálogo con la mediación de la Iglesia Católica en busca de un acuerdo para conformar una mesa de negociación multisectorial, pero no avanzaron nada.
Gobierno y sindicatos anunciaron que hoy a partir de las 15:00 horas (21:00 GMT) se presentarán a conversar nuevamente.
"Costa Rica merece respeto. Mostramos disposición a dialogar, nos reunimos y lastimosamente hoy retrocedimos y no pudimos seguir en la ruta de avance. Eso nos duele muchísimo", declaró el ministro de Trabajo, Steven Núñez, tras concluir la reunión del lunes cerca de la medianoche local.
Núñez reconoció que el Gobierno mantiene invariable su postura de que para establecer una mesa de negociación multisectorial los sindicatos deben deponer la huelga y que la reforma fiscal debe seguir su trámite en la Asamblea Legislativa.
Por su parte, el secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos, Albino Vargas, aseguró que la posición sindical tampoco se ha movido y exige el retiro de la reforma fiscal del Congreso y que en la mesa multisectorial se redacte un nuevo texto "justo y solidario".
Vargas afirmó que no es cierto que los sindicatos estén divididos o que hayan cedido en algún momento en su posición, como lo dijo el ministro de Trabajo.
Pese a la falta de avance, ambas partes anunciaron que su disposición al diálogo se mantiene y hoy se presentarán a la sexta reunión con la mediación de la Iglesia Católica.
Para hoy los sindicatos tienen planeadas manifestaciones en diversas zonas del país.
La reforma fiscal, llamada proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, tiene como iniciativa estrella la conversión del impuesto de ventas del 13 por ciento en uno de valor agregado (IVA) que gravará más productos y servicios y que según el Gobierno permitirá combatir la evasión.
Los sindicatos insisten en el IVA afectará más a las clases medias y bajas y que la reducción de pluses salariales que la reforma contiene es un golpe para los trabajadores públicos que, consideran, no son responsables del déficit fiscal proyectado al 7,1 por ciento del PIB en 2018.
Los datos del Gobierno indican que el 82 por ciento del dinero que pretende recaudar con la reforma provendrán del 30 por ciento de la población con mayores ingresos, y solo el 4,8 por ciento se recargará al 30 por ciento de la población más pobre.
La reforma incluye además aumentos de entre cinco y diez puntos porcentuales en el impuesto sobre la renta para las personas con mayores ingresos, se mantienen exonerados a los de menores ingresos e invariables a los de ingresos medios.
También contiene temas como la renta global y aumentos en la renta de capital, entre otros.
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