Miles de empresas europeas incumplen la normativa climática por falta de conocimiento sobre su huella de carbono

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03/08/2025 - 08:00
Huella de carbono, infografía de otros medios

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Cada vez son más las empresas que se ven obligadas a cumplir con los objetivos de sostenibilidad ambiental marcados por la Unión Europea. Sin embargo, muchas no están logrando adaptarse. Un reciente análisis europeo revela que una parte significativa de las empresas no calcula correctamente su huella de carbono, y muchas ni siquiera saben por dónde empezar.

Esta carencia técnica no solo compromete el cumplimiento de la legislación ambiental, sino también su reputación, competitividad y acceso a financiación verde. La Directiva de Información de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que empieza a aplicarse progresivamente desde 2024, exige a más de 50.000 empresas en Europa informar sobre sus impactos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).

Pero el problema es de base: la mayoría de las pequeñas y medianas empresas no tienen los conocimientos ni las herramientas para hacer estos cálculos, lo que pone en riesgo su viabilidad a largo plazo.

Qué es la huella de carbono y por qué es clave

La huella de carbono mide la cantidad de gases de efecto invernadero (como el dióxido de carbono o el metano) que genera una empresa, producto o proceso, tanto de forma directa (como el uso de energía) como indirecta (por ejemplo, en su cadena de suministro).

Conocer esta huella de carbono es el primer paso para:

  • Reducir el impacto climático.

  • Cumplir con normativas europeas y nacionales.

  • Mejorar la eficiencia energética y operativa.

  • Acceder a ayudas y financiación responsable.

  • Ganar competitividad en mercados cada vez más sostenibles.

Pero sin una medición adecuada, las empresas no pueden establecer objetivos realistas de reducción ni demostrar avances ante inversores, clientes o administraciones.

¿Por qué no lo están haciendo bien?

Aunque cada vez más compañías afirman estar comprometidas con la sostenibilidad, los informes muestran que falta formación especializada, herramientas digitales accesibles y claridad regulatoria.

Las principales dificultades que enfrentan son:

  • Desconocimiento de metodologías estándar (como el GHG Protocol o la norma ISO 14064).

  • Falta de personal técnico capacitado en sostenibilidad.

  • Dificultad para acceder a datos fiables de proveedores o procesos internos.

  • Confusión sobre qué emisiones reportar: muchas empresas no diferencian entre Alcance 1 (emisiones directas), Alcance 2 (energía consumida) y Alcance 3 (proveedores, logística, viajes de empleados, entre otros).

  • Ausencia de software o plataformas integradas para hacer estos cálculos de forma automatizada.

Esta situación provoca una brecha entre lo que exige la regulación y lo que realmente pueden cumplir las empresas, especialmente las pymes.

Qué se puede hacer para revertir la huella de carbono en las empresas

Los expertos insisten en que es urgente invertir en formación, estandarización y tecnología para que todas las empresas puedan calcular su huella de carbono.

Algunas soluciones clave serían:

  • Implementar programas públicos de formación técnica en sostenibilidad para empresas.

  • Crear plataformas digitales gratuitas o de bajo coste que ayuden a calcular la huella de carbono.

  • Establecer incentivos fiscales o económicos para aquellas que cumplan con los estándares.

  • Fomentar alianzas entre grandes empresas y pymes para compartir metodologías y herramientas.

Cumplir con la regulación no es solo una obligación, sino también una oportunidad para mejorar la eficiencia, innovar y contribuir activamente a frenar el cambio climático.

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