El 66,7 % de españoles rechaza empleos sin teletrabajo

La pandemia de COVID-19 aceleró una transformación en el mundo laboral que, lejos de ser un fenómeno pasajero, ha echado raíces profundas en las expectativas de los empleados. La vuelta de las vacaciones no solo trae consigo el final del descanso, sino también la reanudación de un debate crucial sobre las modalidades de trabajo.

Un reciente estudio, el VI Estudio de Salud y Vida, revela un dato contundente: un 66,7 % de los españoles no cambiaría de puesto a una empresa que no ofreciera teletrabajo. Esta cifra no solo subraya la consolidación de la flexibilidad laboral, sino que la posiciona como un factor decisivo tanto para la fidelización del talento existente como para la atracción de nuevos profesionales.

En un mercado laboral cada vez más competitivo y consciente del bienestar, la capacidad de ofrecer modelos de trabajo adaptados a las nuevas realidades se ha convertido en una ventaja estratégica ineludible.

La flexibilidad laboral como factor crítico en el mercado actual

El teletrabajo, que para muchos fue una medida de emergencia durante el confinada, se ha transformado en un pilar fundamental de la calidad de vida y la conciliación. Los empleados han experimentado los beneficios de gestionar su tiempo de forma más autónoma, reducir desplazamientos y mejorar su equilibrio personal y profesional. Esta experiencia ha elevado significativamente sus expectativas:

• Atracción de talento: Las empresas que no ofrecen alguna modalidad de teletrabajo o flexibilidad corren el riesgo de ser menos atractivas para los profesionales cualificados, especialmente para las generaciones más jóvenes que valoran la autonomía y la conciliación.
• Retención de talento: El dato del 66,7 % es una clara señal de alarma para las organizaciones que han revertido completamente el trabajo en remoto. La imposición de una presencialidad rígida puede generar descontento y un aumento en el riesgo de fuga de profesionales valiosos.

Un informe de EADA Business School confirma esta tendencia, señalando que, mientras algunas compañías mantienen el teletrabajo como política de conciliación, un 34 % lo ha reducido o eliminado. Esta decisión ha provocado tensiones internas y un mayor riesgo de perder a sus equipos.

El "fléxodo" o el coste de la inflexibilidad

La consultora Gartner ha acuñado el término "fléxodo" para describir un fenómeno creciente: la rotación de empleados impulsada por la inflexibilidad. Según sus alertas, imponer la presencialidad incrementa la rotación de los empleados en un 9 %. Esta cifra es aún más significativa en el caso de las mujeres, donde el impacto se eleva al 12 %. El "fléxodo" no es solo una amenaza a la estabilidad de los equipos, sino que conlleva costes asociados a la selección y formación de nuevo personal.

Este escenario plantea a muchas empresas un dilema: ¿cómo mantener el control necesario sobre la jornada laboral, asegurar la productividad y el cumplimiento normativo sin renunciar a la flexibilidad que demandan sus equipos?

La tecnología, el motor de los modelos híbridos sostenibles

Marcelo Dos Reis, CEO de Grupo SPEC, expertos en soluciones globales de software y hardware en el ámbito de la gestión horaria y de control de accesos, lo tiene claro: "la eliminación abrupta del teletrabajo no solo pone en riesgo la fidelidad de los empleados, sino que puede acelerar la fuga de talento”. Sin embargo, Dos Reis también señala que la solución no es una disyuntiva entre trabajo en remoto o presencialidad, sino la adopción de modelos híbridos bien gestionados.

Aquí es donde la tecnología juega un papel fundamental. Lejos de ser un obstáculo, las herramientas digitales se convierten en el aliado perfecto para combinar lo mejor de ambos mundos:

• Aplicaciones de control horario: Permiten registrar la jornada laboral de forma precisa desde cualquier ubicación, garantizando el cumplimiento normativo.
• Sistemas de gestión de tareas y proyectos: Facilitan la coordinación de equipos, la asignación de responsabilidades y el seguimiento del progreso, asegurando la productividad.
• Soluciones de registro desde cualquier lugar: Aportan flexibilidad sin perder el control y la transparencia necesarios.

Beneficios de un modelo híbrido impulsado por la tecnología

Los modelos híbridos, apoyados por una infraestructura tecnológica adecuada, ofrecen ventajas significativas tanto para los empleados como para las compañías:

Para los empleados:

• Mayor autonomía: Capacidad para organizar su trabajo y vida personal de forma más eficiente.
• Mejor conciliación: Facilita el equilibrio entre las responsabilidades laborales y familiares o personales.
• Menos estrés: Reducción de los tiempos y costes de desplazamiento.
• Conexión con la empresa: Al combinar días en remoto con días presenciales, se mantiene el vínculo social y cultural con la organización.

Para las compañías:

• Datos fiables en tiempo real: Para una gestión efectiva de la jornada laboral y la productividad.
• Transparencia en el registro: Reduce conflictos laborales y garantiza el cumplimiento de la normativa.
• Reducción de costes: Potencial ahorro en espacio de oficina y suministros.
• Mejor aprovechamiento de recursos: Optimización de la asistencia presencial para reuniones estratégicas o de equipo.
• Mejora de la experiencia del empleado: Aumenta la satisfacción y el compromiso, reduciendo la rotación y atrayendo a los mejores talentos.

En palabras de Marcelo Dos Reis, "con una buena gestión, el trabajo en remoto puede ser responsable, flexible y beneficioso tanto para la persona como para la organización. El desafío ya no es técnico, sino cultural: adaptar la forma de trabajar a una realidad que los propios trabajadores han interiorizado. Con soluciones digitales como las de SPEC, es posible mantener un teletrabajo responsable, flexible y controlado, beneficioso tanto para las personas como para la empresa”.

La exigencia de flexibilidad laboral por parte de los trabajadores es una realidad irreversible. Ignorarla no solo es un riesgo para el clima laboral y la retención de talento, sino una oportunidad perdida para modernizar las empresas y hacerlas más competitivas. El futuro del trabajo es híbrido, y la tecnología es el puente hacia esa nueva realidad.