
Lectura fácil
El retraso en la igualdad de género tiene un costo económico y social tangible: 420.000 millones de dólares al año. Según ONU Mujeres, este déficit de financiación impide que los países en desarrollo avancen de manera sostenida hacia políticas y programas que garanticen derechos y oportunidades equitativas para todas las personas.
El déficit de financiación que frena la igualdad de género
El retraso en la igualdad de género tiene un impacto económico concreto: 420.000 millones de dólares al año. Esta cifra refleja el déficit de financiación que impide que los países en desarrollo avancen de manera sostenida hacia la igualdad, según alertó ONU Mujeres durante la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, celebrada en Sevilla, España.
Aunque el evento concluyó con la adopción del Compromiso de Sevilla, un acuerdo que reafirma la intención de los Estados miembros de promover un desarrollo inclusivo y sostenible, ONU Mujeres enfatizó que estas promesas todavía no se traducen en acciones concretas ni en resultados tangibles en favor de la igualdad de género.
Inversión estratégica y sostenida
“Necesitamos una década de inversión coherente y focalizada para cerrar las brechas de género”, señaló ONU Mujeres. El enfoque debe estar no solo en la cantidad de recursos destinados, sino también en cómo se distribuyen y supervisan. La igualdad no puede ser solo una declaración: requiere planes claros, mecanismos de seguimiento y transparencia en el uso de los fondos públicos.
Aunque muchos países han adoptado presupuestos sensibles al género, solo uno de cada cuatro cuenta con sistemas efectivos para rastrear la asignación de recursos. Sin datos confiables, es difícil evaluar si los fondos realmente contribuyen a cerrar la brecha y cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Propuestas concretas para avanzar
La ONU Mujeres presentó durante la Conferencia varias recomendaciones para acelerar los avances hacia la igualdad:
- Presupuestos con perspectiva de género: Alinear los recursos públicos con los objetivos de igualdad asegura que lleguen a quienes más los necesitan. Esto requiere instituciones fortalecidas y un compromiso político firme para implementar y monitorear estas políticas.
- Reformas financieras globales y alivio de la deuda: Políticas fiscales progresivas con enfoque de género podrían generar ingresos para financiar educación, salud y cuidados, favoreciendo directamente la igualdad de género.
- Reequilibrio del gasto público: Priorizar inversiones en desarrollo humano sostenible, inclusión y resiliencia social garantiza que la igualdad sea una prioridad, no un tema secundario.
- Sistemas públicos de cuidados: Destinar recursos a guarderías, atención a personas mayores y servicios similares ayuda a reducir la pobreza, mejorar los ingresos familiares y crear empleos dignos. ONU Mujeres estima que si los países invirtieran al menos el 10 % de su ingreso nacional en cuidados, los avances hacia la igualdad de género serían significativos.
Un llamado a la acción global
La falta de financiación para la igualdad no solo obstaculiza el desarrollo económico, sino que también amenaza los compromisos asumidos en la Agenda 2030 y en la Plataforma de Acción de Beijing. La ONU Mujeres instó a los líderes mundiales a pasar del discurso a la acción, asegurando inversiones sostenidas, transparentes y responsables.
Solo mediante un compromiso real y sostenido será posible cerrar las brechas existentes y garantizar que la igualdad de género deje de ser un ideal para convertirse en una realidad tangible para todas las personas.
Añadir nuevo comentario