La compañía estadounidense Google ha vuelto a hacerlo. Tras la mejora de su accesibilidad en cuanto a las personas con discapacidad, esta vez se ha dirigido a las personas con trastorno del habla.
Hablando de inclusión educativa, existe una distancia entre el ideal que supone el concepto de proporcionar una educación inclusiva que llegue por igual a todas las personas y la realidad de las diferentes circunstancias y entornos en los que viven.
Un perro con discapacidad ha recibido una grata sorpresa, y es que sus amigos humanos le han regalado la oportunidad de volver a andar con un mecanismo para sus patas traseras, que no tienen movilidad.